/ lunes 30 de julio de 2018

Más de cinco mil pesos puede costar derribar un bolardo, en Apizaco

Aunque la mayoría de las personas huyen para evadir esa responsabilidad

La reparación de un bolardo, los postes de concreto instalados en perímetros de calles y avenidas importantes de Apizaco, puede tener un costo de hasta cinco mil 500 pesos, pero depende del lugar en donde se ubique.

Así, el costo de la reparación de los bolardos ubicados en La Maquinita es de entre cinco mil y cinco mil quinientos pesos ya que además de estar hechos de cemento, están reforzados con acero.

En tanto, los que se encuentran ubicados en el resto de las vialidades y que no llevan acero, el precio de reparación es de tres mil a tres mil 500 pesos.

Desde que fueron colocados en 2015 los bolardos, llamados "minions" por algunas personas, han sido derribados por conductores que impactan sus automóviles.

Sin embargo, no todos los conductores que derriban o dañan los bolardos pagan la reparación o reposición, pues la mayoría huye del sitio antes de que las autoridades municipales o los elementos de seguridad arriben al lugar.

De acuerdo con información proporcionada por el área de comunicación social de Apizaco, detalló que desde el inicio de la administración que encabeza el alcalde Julio César Hernández Mejía, en La Maquinita han sido reparados 22 bolardos, ocho más sobre la calle Cuauhtémoc, uno en la Venustiano Carranza y hay 12 más que no han sido removidos por pérdida total.

TE PUEDE INTERESAR


La reparación de un bolardo, los postes de concreto instalados en perímetros de calles y avenidas importantes de Apizaco, puede tener un costo de hasta cinco mil 500 pesos, pero depende del lugar en donde se ubique.

Así, el costo de la reparación de los bolardos ubicados en La Maquinita es de entre cinco mil y cinco mil quinientos pesos ya que además de estar hechos de cemento, están reforzados con acero.

En tanto, los que se encuentran ubicados en el resto de las vialidades y que no llevan acero, el precio de reparación es de tres mil a tres mil 500 pesos.

Desde que fueron colocados en 2015 los bolardos, llamados "minions" por algunas personas, han sido derribados por conductores que impactan sus automóviles.

Sin embargo, no todos los conductores que derriban o dañan los bolardos pagan la reparación o reposición, pues la mayoría huye del sitio antes de que las autoridades municipales o los elementos de seguridad arriben al lugar.

De acuerdo con información proporcionada por el área de comunicación social de Apizaco, detalló que desde el inicio de la administración que encabeza el alcalde Julio César Hernández Mejía, en La Maquinita han sido reparados 22 bolardos, ocho más sobre la calle Cuauhtémoc, uno en la Venustiano Carranza y hay 12 más que no han sido removidos por pérdida total.

TE PUEDE INTERESAR


Municipios

Procesión y misas en honor a Santa Cecilia, en San Cosme Xaloztoc

Músicos dedican su repertorio a la patrona este 22 de noviembre

Local

¡Cuidado! Llegan extorsiones a las escuelas públicas de Tlaxcala

Piden a docentes depósitos para presunta compra de mobiliario; la Sección 31 del SNTE alertó a los trabajadores de la educación para no caer en fraudes

Local

En Tlaxcala, mantienen registro en línea para la beca Rita Cetina; estará vigente hasta el 18 de diciembre

Los tutores sólo requieren la Curp, comprobante de domicilio, número telefónico y correo electrónico para crear su cuenta

Policiaca

[Video] Localizan en Tlaxcala a niña originaria de San Luis Potosí víctima de grooming

La Policía Cibernética, en colaboración con el equipo de Meta, rastrearon la actividad digital de la menor y lograron identificar una dirección IP en la entidad

Local

¡Guau! Serán “peluditos” anfitriones de villa navideña en Orejitas de Gala

Los visitantes podrán interactuar con cerca de 150 perros que viven en el albergue localizado en Cuaxomulco y que están a la espera de ser adoptados

Doble Vía

Carlos Nieto de Rosa, un músico que encuentra en las calles de Tlaxcala un gran escenario

Sus estudios respaldan una trayectoria profesional de más de diez años, pero las calles son sus verdaderas maestras