A seis décadas de su origen, la feria de Tlaxcala ha evolucionado para convertirse en “La feria de ferias” consolidando su público objetivo: las familias.
Este año, la feria -que se celebrará del 26 de octubre al 26 de noviembre- propone ser más que las demás y convertirse en una fiesta totalmente familiar, cuya apuesta será celebrar la tradición y la modernidad de la entidad con presentaciones artísticas, culturales y gastronómicas.
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Desde sus inicios, el principal festejo de la entidad se convirtió en un símbolo de identidad cultural, al mostrar las raíces, tradiciones ancestrales, arraigadas costumbres, artesanías diversas, agricultura y su amplia gastronomía.
EL ORIGEN DE LA FERIA
La Feria de Tlaxcala nació como una Expo Ganadera e Industrial a propósito de la visita que el entonces presidente de México, Adolfo López Mateos, hizo en el primer año de gobierno del exmandatario Anselmo Cervantes Hernández, pero con el paso de los años se tradujo en un punto de partida para combinar el misticismo de la temporada de Día de Muertos, con el avance industrial y comercial a partir de la exposición y venta de productos diversos elaborados por manos tlaxcaltecas.
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El Sol de Tlaxcala fue testigo fiel desde la colocación de la primera piedra y levantamiento de estructuras del recinto ferial, el 3 de octubre de 1963, hasta el corte del listón inaugural un mes después por parte del Presidente de México, de ahí que lleve su nombre.
En aquel entonces se informó que el mandatario mexicano arribaría a Tlaxcala el 4 de noviembre de 1963, por lo que con un mes de anticipación el gobernador Anselmo Cervantes planeó la construcción del recinto ferial y para ello se apoyó del exgobernador Isidro Candia Galván, por su amplio conocimiento de la riqueza del pueblo tlaxcalteca, con el apoyo de los ciudadanos Manuel Haro y Eduardo Bretón, entre otras personas que organizaron la primera “Exposición Agrícola, Ganadera, Industrial y Comercial de Tlaxcala”.
Fue en el kilómetro 1 de la carretera a San Martín Texmelucan, que en 1963 apenas se construía, donde se decidió la instalación del recinto ferial, zona que es mejor conocida como “El Trébol” por la forma que se le dio al distribuidor vial, además de quedar adjunto al llamado “Rancho del Charro”, y contaba con un espacio amplio para la exposición del ganado bovino, porcino, equinos y las diferentes especies de borregos.
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Para la primera edición de la feria, autoridades convocaron a diversos expositores, cuya instalación se hizo en los primeros tres días de noviembre con productos diversos, distribuidos en diferentes stands.
Al llegar el 4 de noviembre de 1963, el presidente Adolfo López Mateos, acompañado de su esposa Eva Sámano; el gobernador de Tlaxcala, Anselmo Cervantes Hernández; titulares de secretarías de Estado, empresarios y representantes de la sociedad, inauguró formalmente la Feria de Tlaxcala en el recinto que hoy conocemos.
Desde entonces el protocolo de inauguración se hizo tradición: la ceremonia de apertura es encabezada por el gobernador del estado, así como con un representante del gobierno federal, además de los titulares de los Poderes Legislativo, Judicial, del patronato, funcionarios municipales y estatales.
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El corte de listón inaugural se hace afuera del recinto ferial, posteriormente las autoridades acostumbran hacer un recorrido por los pabellones más representativos, diseñados para el disfrute de los visitantes y coordinado por el Patronato encargado de la organización de los eventos.
EL PRIMER DESFILE DE FERIA
En la edición de 1981, durante el gobierno de Tulio Hernández Gómez, fue cuando inició la tradición del desfile de pre feria, donde participaron cientos de tlaxcaltecas en ambiente colorido y de alegría. El circuito que seguía era la calle Guerrero, para seguir por la avenida Juárez, Lardizábal y Plaza de la Constitución.
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A partir de entonces, año con año los desfiles de pre feria fueron reuniendo a una mayor cantidad de espectadores, mientras que los contingentes han contado con la participación de instituciones educativas, dependencias estatales y diversos patrocinadores.
LOS CONCURSOS DE BELLEZA
En la Feria de Tlaxcala nació el concurso para elegir a las mujeres representantes de la belleza local y ser la embajadora en las actividades programadas.
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Según los Patronatos de Feria, mujeres interesadas de los diferentes municipios podían participar, simplemente cumpliendo con los requisitos de ser soltera y compartir sus pasatiempos, interés por promover la celebración y resaltar las tradiciones de sus demarcaciones de origen.
La participación de las tlaxcaltecas sobrepasó las expectativas al grado de que en cada edición los concursos tuvieron mejoras en la organización, los jurados, el vestuario, maquillaje y traje típico de cada municipio, lo que favoreció la elección de la representante.
Desde su primera edición, en 1963 el certamen se llamó Flor Tlaxcalteca para años después pasar a ser Reina de Feria, donde participaban las interesadas de los 60 municipios para representar dignamente la tradición estatal. En esos años se acostumbraba a hacer una cena baile para la elección de la Flor Tlaxcalteca, en el auditorio Adolfo López Mateos del Centro Expositor de Tlaxcala. Donde asistían gobernadores y funcionarios estatales, además de público en general.
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UNA FIESTA EN EVOLUCIÓN
Con la gobernadora Beatriz Paredes Rangel, la festividad tenía lugar del 27 de octubre al 12 de noviembre, con el nombre Feria Nacional Tlaxcala 89, en su edición XXVII. Se mantenían para entonces los eventos recreativos, culturales, deportivos, así como ganaderos, incluyendo el palenque.
Por su parte, fue durante la administración de José Antonio Álvarez Lima que el festejo tuvo la finalidad de resaltar las costumbres y tradiciones de la entidad en Día de Muertos, incluyendo a los artesanos locales. Asimismo, dieron mayor relevancia a las cenas bailes de inauguración con la presencia de cantantes mexicanos de talla internacional.
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Con el paso de las ediciones los patronatos hicieron modificaciones para adaptar la Feria a las exhibiciones ganaderas, de los participantes y espectáculos diversos.
Durante varios años, el recinto ferial albergó el ya inexistente “Lago del Niño”, espacio donde las familias tenían la posibilidad de dar paseos en lancha, acompañadas de patos blancos que ahí vivían. También estaba ubicado ahí el pequeño zoológico estatal. Asimismo, había un puente que comunicaba al Parque de la Juventud, espacio donde el patronato de feria realizaba el festival de paellas y algunas presentaciones artísticas.
Fue en el sexenio de 1999 a 2005, con el gobernador Alfonso Sánchez Anaya, que el recinto ferial tuvo importantes modificaciones, pues el “Lago del Niño” fue cancelado, al igual que el puente, mientras que los animales fueron trasladados al hoy Zoológico del Altiplano.
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Justo en 1999, con Sánchez Anaya quedó atrás la Feria y Exposición Nacional para dar paso a la “Feria de Todos los Santos, Tlaxcala”. Así, las autoridades dieron paso a una conmemoración más cultural, enmarcada dentro de la celebración de Día de Muertos.
Por primera vez tuvo una duración de 25 días, 10 días más de lo acostumbrado en años anteriores. Fue del 22 de octubre al 15 de noviembre. Fue en este sexenio cuando el recinto ferial tuvo una de las transformaciones más importantes, pues inició la construcción del Centro de Convenciones, que fue concluido e inaugurado por el mandatario Héctor Israel Ortiz Ortiz, quien lo utilizó durante el periodo de feria para la instalación de exposiciones.
En la administración de Ortiz Ortiz, la Feria de Todos los Santos tuvo lugar del 28 de octubre al 20 de noviembre. Destacaron mayores inversiones para los eventos, al reconocer el incremento en la llegada de familias tlaxcaltecas y visitantes de los estados colindantes.
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En el 2005, el evento de mayor trascendencia fue la pamplonada al estilo español, que se desarrolló en las principales calles de la capital tlaxcalteca. Pero la apertura de bares en el recinto ferial fue notoria en este sexenio, al grado de que le llamaron la “feria de todos los antros”, incluso había un casino tipo Las Vegas.
En el gobierno de Mariano González Zarur se le llamó La Nueva Gran Feria Tlaxcala. En este tiempo hubo un mayor realce a las tradiciones de Todos Santos. El recinto ferial contó con un altar y múltiples adornos de flores de cempasúchil, del 21 de octubre al 20 de noviembre de 2011.
El exgobernador Marco Antonio Mena Rodríguez resaltó en su primer discurso que la Feria es oportunidad para el crecimiento económico y, por ende, mejores condiciones sociales.
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Sin embargo, la pandemia por Covid-19 marcó el final de su administración, pues la edición de la Feria 2020 fue suspendida por las restricciones sanitarias que fueron impuestas a nivel mundial.
Asimismo, la edición 2021, ya en el inicio del gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros, también fue suspendida. Fue el año pasado cuando el recinto ferial volvió a cobrar vida con la organización de la nombrada Gran Feria de Tlaxcala, que, en palabras de la mandataria estatal, sería una muestra de orgullo e identidad. “Nuestra feria es una mezcla de prácticas populares, costumbres religiosas y tradiciones comerciales que caracterizan a nuestra gente”, resaltó.
Para este año, “La feria de ferias” tiene el objetivo de destacar la cultura del estado y enriquecer el de las familias tlaxcaltecas. De acuerdo con las autoridades estatales, mantendrá el distintivo de ser una feria dedicada a Todos los Santos, pero cada una de las actividades están pensadas con una perspectiva fresca y dinámica.
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LA FIESTA BRAVA
Uno de los sellos de la Feria de Tlaxcala, desde su primera edición, fueron las corridas de toros, en las que a lo largo de los años desfilaron las máximas figuras de la tauromaquia estatal, nacional e internacional.
De acuerdo con el Archivo Histórico, en 1826 el presidente Guadalupe Victoria determinó que a la entidad se le concediera por 10 años una feria anual, lo que indicaría que esta festividad es una de las más antiguas del país.