La fiebre del chupacabras que atemorizó a la sociedad mexicana llegó a Tlaxcala en mayo del año 1996, pues supuestamente una granja de Amaxac había sido atacada por esa extraña criatura.
Tal vez la leyenda del chupacabras es por excelencia la estampa fiel de la sugestión masiva, pues como muchos otros cuentos urbanos dominó las discusiones e incluso movilizó a la gente en la década de los 90 para exigir que las autoridades atraparan a la criatura asesina.
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En 1995, un hombre de nombre Madeley Tolentino afirmó haberse encontrado con el chupacabras en la isla de Puerto Rico, incluso lo describió como una criatura alienígena con púas en la espalda y de baja estatura, a partir de entonces las televisoras de varios países recogieron miles de testimonios.
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El Sol de Tlaxcala plasmó en sus páginas una historia por demás curiosa, que bien pudo encuadrar en aquella época como un ataque de la famosa bestia, y aunque nunca fue vista físicamente, solo por televisión, la gente creía fervientemente en su existencia.
El jueves nueve de mayo de 1996, en su sección Policía, el entonces reportero Sergio Enrique Díaz Díaz narró que misteriosamente en la región de Amaxac de Guerrero, ocho borregos, 10 guajolotes y 12 conejos amanecieron muertos y sin sangre en su cuerpo.
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De acuerdo con el trabajo periodístico, Salomé Hernández Cuamatzi, Adelfo Hernández y Jesús Cortés, dueños de los animales, señalaron como responsable de la matanza de los animales de traspatio al chupacabras, y aunque más tarde las autoridades de ese lugar confirmaron los hechos, descartaron la presencia de algún animal “fuera de lo normal”.
En aquella ocasión también fue entrevistado el presidente del Consejo Municipal, Froylan Cruz, quien admitió que en la Sección Tercera de Amaxac, justamente en la población de Metecatlán, los animales amanecieron sin vida y prácticamente secos, pero ningún vecino se percató del incidente.
La euforia del chupacabras hizo que asistieran a la capital tlaxcalteca varios reporteros de medios de comunicación nacional, quienes en conjunto con los locales entrevistaron al funcionario municipal en el Congreso del Estado.
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Ahí, afirmó que como autoridad tenía conocimiento de lo sucedido la semana anterior, pero descartó la posibilidad de que se tratara de la famosa bestia devora sangre de ganado, pues no tenía los elementos suficientes para probarlo.
A pesar de ello, aseguró que las personas afectadas presentaron su denuncia ante el Ministerio Público por la pérdida de ganado y esperaron el resultado de las indagatorias para deslindar responsabilidades.
Agregó no tener la plena seguridad de lo sucedido, pero aceptó que todos los animales amanecieron muertos y presuntamente sin una sola gota de sangre en el cuerpo, lo cual era el sello característico del famoso chupa sangre.
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Sin embargo, en aquel entonces aseguró que ninguna autoridad ordenó operativos especiales de vigilancia para capturar al asesino de los animales, pero los propios vecinos de la Sección Tercera tomaron las medidas necesarias para prevenir un nuevo incidente.
A pesar de la sospecha de ataque de una criatura sobrenatural, señaló que los animales masacrados no fueron enviados a algún laboratorio o dependencia para su estudio, pues se pensó que fueron asesinados por un perro.
La nota fue ampliada por la reportera Constanza Guarneros, con una entrevista al entonces presidente de la Unión Regional Ganadera, Luis Bárcenas Sosa, quien se mostró incrédulo por la presencia del chupacabras en Tlaxcala.
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A pesar de ello, urgió a las autoridades a unir fuerzas con los productores para prevenir que el supuesto animal asesino dañara aún más la economía de los ganaderos, pues la muerte de numerosas cabezas de ganado repercutiría en los bolsillos de las familias que se dedicaban a la cría de cabras u ovejas.
Luego de conocer las declaraciones de las autoridades municipales sobre la muerte de animales supuestamente atacados por el mítico cuadrúpedo, pidió realizar estudios minuciosos para detectar al animal responsable.
De hecho, en ese entonces el funcionario recordó que en los estados del trópico, como Veracruz, Campeche, Tabasco, entre otros, los murciélagos atacan al ganado sin quitarles la vida, entonces el de Amaxac podría ser un caso.
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También manifestó que realizaría un sondeo entre los miembros de la organización con presencia en diversos municipios del estado, con el objetivo de poner en marcha un programa preventivo y evitar nuevos ataques a la ganadería.
Finalmente, con el paso de los días la historia del chupacabras dejó de ser relevante y pasó a ser solo un mito de la cultura popular mexicana.
NO HUBO OPERATIVOS
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Ninguna autoridad ordenó operativos especiales de vigilancia para capturar al asesino de los animales, pero los propios vecinos de la Sección Tercera tomaron las medidas necesarias para prevenir un nuevo ataque.
La euforia del chupacabras hizo que asistieran a la capital tlaxcalteca varios reporteros de medios de comunicación nacional, quienes en conjunto con los locales entrevistaron al presidente del Consejo Municipal, Froylan Cruz.
- 30 animales de granja (8 borregos, 10 guajolotes y 12 conejos) amanecieron muertos y sin sangre en el cuerpo.
