En los últimos años del siglo pasado México pasó por un proceso que consolidó una verdadera democracia en el país, pero que a raíz de las elecciones de 2018, con la llegada de un partido diferente al gobierno federal, existe un déficit de comprensión de lo que fue ese proceso, al existir una no valoración de lo que significan las instituciones de la sociedad civil y del Estado, sostuvo el político José Woldenberg.
Al impartir en el Centro Cultural Universitario, de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) la conferencia magistral "En Defensa de la Democracia", llamó a los alumnos presentes a rescatar este régimen que existe en el país, combatiendo desde sus respectivos ámbitos aquellos problemas sociales que impiden su desarrollo como la corrupción, la violencia y las desigualdades económicas y sociales.
"No hay que tirar el niño con el agua sucia", expresó el también académico al explicar que es necesario remover la corrupción, abatir la violencia, impulsar el desarrollo económico y ser una sociedad más integrada para conservar la democracia que requiere el país, un país plural donde palpitan diferentes intereses, puntos de vista, diagnósticos, ideologías y hasta sensibilidades.
Y para que eso sea posible, dijo, los ciudadanos y el Estado deben tener la capacidad de emprender todas las reformas legislativas necesarias que se quieren en los diferentes campos para fortalecer y robustecer a "nuestra incipiente democracia".
Acompañado del rector de la máxima casa de estudios del estado, Luis González Placencia, habló sobre tres momentos fundamentales ocurridos en México dentro de lo que llamó un proceso de tránsito democrático entre 1977 y 1997: cuando México desmontó un sistema autoritario para construir una germinal democracia, y que pasó de una presidencia todopoderosa a una con participación de otros institutos políticos; de elecciones sin competencia a unas altamente competidos y de un Congreso monocolor a uno con pluralidad.
Relató que fue en ese momento cuando se abrió la puerta de la participación de otros partidos políticos, la creación del Instituto Federal Electoral, de un Tribunal Electoral para que los diferendos en la materia tuvieran una vía jurisdiccional para resolverse y la entrega de dinero público y espacios y tiempos regulados en los medios de comunicación a los institutos políticos "para desplegar todas sus potencialidades".
Sin embargo, dijo que pese a esas reformas electorales históricas, ese tránsito democratizador no es apreciado por la ciudadanía porque carece de la pedagogía, y que a ese desencanto se suma el fenómeno de la corrupción, de la violencia que ha vivido el país en los últimos años, el nulo crecimiento económico a partir de la década de los 80's y la ancestral desigualdad de las relaciones sociales.
El destacado ponente mencionó el pasado proceso electoral (2018) y calificó a esos comicios como competidos y polarizados, que como resultado dieron un gobierno electo por el 53% de los votantes.
Sin embargo, criticó que la actual administración no respete la división de Poderes y la autonomía de los órganos, pero que lo más grave fue el haber violentado algunas disposiciones constitucionales como la que dice que "entre el porcentaje de votos y el porcentaje de legisladores no puede haber una diferencia mayor del 8%", eso al tener la mayoría de los escaños en el Congreso de la Unión.
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