Con la llegada del horario de verano, cuando los relojes fueron adelantados una hora, las actividades de las familias sufren desfases durante los primeros días o incluso semanas, pues debe pasar un tiempo mientras se acostumbran al nuevo horario.
A decir de varias familias tlaxcaltecas, adelantar una hora sí modifica el ritmo de vida, pues aunque las actividades son las mismas a diario, los estudiantes del turno matutino deben ingresar a la escuela cuando la luz del sol aun no sale.
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Eso sí, aceptaron que deben adecuarse nuevamente a dormir antes de lo que acostumbraban para poder descansar el tiempo necesario, pues de lo contrario restarían una hora de su sueño, pero solo es cuestión de días para poder “agarrar ritmo”.
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De igual forma, afirmaron que quienes resienten más este cambio son los hijos que acuden a preescolar y primaria, pues para el caso de los de secundaria es muy poca la afectación que sufren en sus horarios establecidos, pues al contar con más edad se acostumbran más rápido.
Al tener que irnos a dormir lo debemos hacer una hora antes de lo habitual y, aunque no nos roban ese tiempo, sí es difícil hacerlo cuando no sentimos la necesidad de acostarnos, por eso es una etapa que pasamos mientras nos acoplamos, manifestaron.
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