La Administración municipal de Tlaxcala, que encabeza Jorge Corichi Fragoso, fomenta la donación de animales domésticos para su sacrificio.
Lo anterior quedó establecido en su Reglamento de Protección y Bienestar de los Animales, publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado.
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Ese ordenamiento señala que los dueños de perros y gatos podrán entregar voluntariamente a sus animales domésticos y de compañía al Módulo Canino bajo las siguientes circunstancias: cuando constituya un riesgo grave para la integridad de las personas y otros animales, o cuando represente un riesgo para la salud de las personas y otros animales.
Sin embargo, no detalla cómo pueden ser probadas esas circunstancias, y con ello, al ayuntamiento capitalino fomenta la irresponsabilidad de personas que aprovechan las lagunas legales para deshacerse de sus animales.
La administración capitalina también estableció en el reglamento la captura de los animales en la vía pública, que se llevará a cabo previa denuncia ciudadana o de autoridades y dependencias públicas y privadas, que procederá en perros que sin propietario, tutor o poseedor, transiten libremente en la vía pública sin correa de sujeción.
Esa disposición contraviene el artículo 45 de la Ley de Protección y Bienestar Animal para el Estado de Tlaxcala, que señala que solo podrán ser retirados si se comprueba agresión sin provocación, condición de hacinamiento, negligencia derivada de una denuncia y/o animales lesionados o enfermos graves.
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El municipio de Tlaxcala también prohíbe que los animales puedan ser protegidos de las inclemencias del tiempo, pues en uno de sus artículos indica la prohibición de prendas de vestir y calzado en perros y gatos que "causen malestar o incomodidad en su andar o movimiento, excluyendo aquellos que sirvan de lazarillo, perros de apoyo y los que pertenezcan a corporaciones gubernamentales, situaciones que deben ser comprobadas".
Esa disposición incluye a los animales domésticos que desde hace muchos años fueron retirados de su medio ambiente natural y ya están sujetos al cuidado y responsabilidad de sus encargados.
Y con ello, impiden a las personas colocar prendas a sus animales para regular su temperatura, sobre todo porque hay ciertas razas que requieren protegerse del frío.
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