A pesar de descontarles un seguro de su quincena, semantienen en pasillos del Hospital General de la Sesa en espera derecibir atención de calidad
Tres policías adscritos a la Comisión Estatal de Seguridad(CES) que resultaron severamente heridos al ser golpeados por unaturba la ‘noche negra’ del pasado 25 de diciembre en el barrioEl Cristo, municipio de San Pablo del Monte, se mantienen a laespera de recibir atención especializada.
Con temor a dar a conocer lo que ocurre con sus pacientes pormiedo a represalias, pero a la vez armados de valor por lafrustración que viven en estos momentos, familiares de los heridosrevelaron la carente situación en la que se hallan sus pacientes,entre ellas que uno de los oficiales se encuentra en una camillaubicada en el pasillo de ingreso a la sala de urgencias delHospital General de la Secretaría de Salud (Sesa), ubicado en lacapital, situación que El Sol de Tlaxcala pudo corroborar.
En entrevista en las inmediaciones del nosocomio, indicaron quelo peor de todo esto es que a uno de los heridos de nombre MiguelMéndez Zainos, pretendían darlo de alta la tarde del lunes, perodebido a que él mismo les dijo que no podía caminar porque lelesionaron la columna vertebral al haberlo golpeado y ser lanzado auna barranca de más de 25 metros de profundidad, médicos levolvieron a practicar un estudio y fue así que determinaron quedebe ser operado cuanto antes para evitar que pierda la habilidadmotriz, además de que presenta sangrado en vías urinarias eintensos dolores en el abdomen.
Debido a que el nosocomio carece de personal médico suficientecon motivo del fin de año y de las herramientas necesarias paraello, deberá ser trasladado a un hospital de la Ciudad de México,pero no hay fecha para ello pues dependen de la disponibilidad delquirófano.
“Nos han tratado muy mal en el hospital, no nos dan informes,siempre dicen que esperemos y cuando pedimos pasar a ver a nuestrospacientes nos cierran la puerta casi en la nariz para no dejarnosentrar… la atención es muy deficiente y las autoridades delgobierno no se están acercando para saber si se ofrece algo,estamos abandonados a nuestra suerte”, expresó melancólica laesposa de uno de los policías hospitalizados.
Algo similar pasa en el caso del oficial Enrique Delgado, quienresultó con traumatismo craneoencefálico severo, donde su estadode salud pasó de grave a delicado, pero requiere mayores estudiospara descartar que en un futuro presente complicaciones en susalud.
Aunado a lo anterior, los propios familiares han sido losresponsables de adquirir medicamentos que les son requeridos, apesar de que se trata de personas de escasos recursoseconómicos.
“Pedimos apoyo para que atiendan a nuestros pacientes, nosestán dejando abandonados, no hay apoyo del gobierno ni de lacorporación de seguridad”
Una de las irregularidades que también se observa es que en losrespectivos talones de pago quincenal de los elementos les indicandescuentos por seguros Metlife, por lo que deberían recibiratención en un hospital privado, lo cual no se les está haciendoefectivo por parte del área administrativa de la CES, a pesar deque en principio se difundió que la corporación del Gobierno delEstado se haría cargo de todos los gastos médicos necesarios paraque sus elementos recobraran su salud.
“Tenemos mucho miedo de que a nuestros familiares los dejensolos, además hemos recibido llamadas anónimas para hablar connosotros y pedirnos no decir nada a nadie de lo que pasa, peroestamos desesperados, que se pongan en nuestro lugar y entiendanque esta situación debió evitarse pues prácticamente mandaron alos policías a exponer su vida”.
Los oficiales Oscar Rodríguez Guarneros y Arnulfo Cuapio fuerondados de alta ayer martes al tener heridas que no ponen en riesgosu vida y podrán recuperarse en su domicilio.
La historia
EL Sol de Tlaxcala publicó que el presunto intento de secuestrode dos menores de edad ocurrido la noche de este 25 de diciembre,desató la violencia en el municipio sureño de San Pablo delMonte, protagonizada principalmente por personas en estado deebriedad.
Durante los violentos hechos tres patrullas de la policíamunicipal fueron quemadas y el edificio municipal registró algunosdestrozos por piedras y botellas de vidrio que fueron lanzadas.
Al lugar llegaron granaderos adscritos a la Comisión Estatalde Seguridad para intentar frenar los disturbios al igual queel Comisionado de Seguridad, Oreste de Jesús Estrada Miranda. Sinembargo, fue imposible por el nivel de agresividad de la gente.
Las condiciones para acceder al lugar eran complicadas ante lafuriosa turba que insistía en hacerse justicia por su propia mano.La turba dejó como saldo varios elementos de seguridadheridos.
De acuerdo con información oficial, todo inició cuando unmatrimonio sostuvo una acalorada discusión, por lo que el padredecidió irse de su casa junto con sus hijos, por lo que la madrepidió el apoyo de la policía para impedirlo.