Todas las familias presentan susintenciones para tener un año bueno, gozar de salud y mantener eltrabajo diario para el sostén de la economíafamiliar Al menos seis mil feligreses de Huamantlay la región, participaron este domingo en la tradicionalcelebración eucarística de año nuevo que se celebró en la plazade toros “La Taurina” de Huamantla, como parte de los festejosreligiosos en honor del Señor del Convento.
La gran devoción del fervoroso pueblo huamantleco, al cristodel Convento, hace de esta celebración católica, una de las másconcurridas de la ciudad, después de las fiestas de agosto enhonor a la Virgen de la Caridad, en la que todas las familiaspresentan sus intenciones para tener un año bueno, gozar de saludy mantener el trabajo diario para el sostén de la economíafamiliar.
Para ocupar los mejores lugares, es decir, los más cercanos alaltar, cientos de personas arriban desde las primeras horas de lamañana al recinto taurino que tiene capacidad para más de cincomil personas sentadas, además de quienes se apostan en el ruedopara participar de la eucaristía.
La festividad del Señor del Convento, es la segundacelebración de mayor importancia en Huamantla y sus alrededores, aquien el pueblo también ofrenda miles de metros cuadrados decoloridos tapetes de aserrín que cubren medio centenar de callesdel centro de la ciudad y algunos barrios.
Los festejos en honor al Señor del Convento comenzaron desde elpasado 20 de diciembre, con la confección de un tapete en el atriodel templo, misas, rosarios y en la última noche del año laprocesión por las principales calles de la ciudad en un recorridode alrededor de nueve kilómetros, de calles decoradas con tapetesmulticolor de aserrín y tierras, culminando el primer día delaño con la celebración de la misa en la plaza de toros.
Esta celebración multitudinaria fue presidida por los párrocosde los diferentes templos de la ciudad de Huamantla, encabezadospor el administrador general de la Diócesis de Tlaxcala, JorgeIván Gómez.
Antecedentes de la festividad
Cuenta la leyenda que a finales del siglo XVI llegaron hasta laplaza principal dos acémilas cargando unas cajas, ahípermanecieron por varios días sin que nadie las reclamara hastaque la comunidad dio parte a las autoridades para que procedieran ainvestigar el contenido de la carga. Cuando abrieron las cajasencontraron unos candelabros, manteles y las imágenes de la virgende Dolores y el cristo.
Ante el acontecimiento el pueblo consideró el hecho comomilagroso y trasladaron las imágenes al Convento de San Francisco,donde de inmediato empezaron a ser veneradas, al paso de los añoslos fieles católicos construyeron su capilla y la devociónempezó a celebrar su fiesta cada día uno de julio.
Con el paso del tiempo, la fiesta fue adquiriendo mayoresdimensiones, hasta el año de 1975 cuando, junto con la comisiónde festejos la orden franciscana, decide trasladar la fiesta parael día uno de enero, como un acto de agradecimiento por el añotranscurrido y la esperanza del uno nuevo ciclo.