Después de la natividad, las “acostaditas” al Niño Dios siguen en diferentes puntos del estado como un acto de fe, en una tradición cristiana que simboliza amor y protección, además de que fortalece el vínculo familiar y fomenta la paz entre los seres humanos en esta época festiva del año.
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El rito de arrullar al Niño Jesús la noche del 24 de diciembre representa, según publica “Desde La Fe” -órgano informativo de la Arquidiócesis Primada de la Ciudad de México-, “entrar en el misterio del amor de Dios, contemplar a Jesús nacido y experimentar su presencia en nuestras vidas”.
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En las comunidades, durante la tradicional “acostadita”, infantes van vestidos de ángeles y acompañan a la imagen del Niño Dios en su nacimiento. Así, después de una ceremonia religiosa, llega la hora de pedir posada, para finalmente entonar el cántico “Entren santos peregrinos”.
Tras el culto, en algunos lugares sigue el llamado “baile de acostadita”, con sonido o grupo musical en vivo, donde se deja atrás la devoción para sacar los “pasos prohibidos” al ritmo de cumbia o cualquier otro género.
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CONTLA SE LLENA DE “ACOSTADITAS” Y BAILES
La noche del pasado miércoles 27 de diciembre, en varios puntos de Contla de Juan Cuamatzi las calles se cerraron para llevar a cabo la “acostadita”, unos de forma solemne, como en la capilla de San Antonio de la Sección Segunda, pero muchos otros con fandango para cerrar la celebración.
De este modo, en la capilla de la Virgen de Guadalupe, ubicada en la calle Guadalupe Victoria de la zona centro, cortaron la circulación a los vehículos para realizar la ceremonia.
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Ahí, pese al reducido número de asistentes, un sonido estaba listo para amenizar la fiesta de “acostadita”, que cambió el “A la rorro Niño” por las cumbias.
La mayor concentración de personas fue en el campo del Deportivo Xopantla, donde después del arrulló, los que siguieron despiertos fueron cientos de pobladores que acudieron al baile que organizó la comisión de los festejos de posadas.
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APARECE “ÑOÑO”
Para abrir el “zapateado” en la tierra del campo, la comisión organizadora contrató al Sonido Chelssy, que emuló al Sonido “Pirata” con uno de sus bailarines que personifica a un actor de una seria televisiva de los años 70.
No era “Kriko” ni el “Chaputín Colorado”, esta vez era “Ñoño”, así fue presentado sin temor a los derechos de autor.
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SE MEZCLA LA POLÍTICA
Después, Jorge Domínguez y su Grupo Super Class, que por dos horas puso a bailar a los contlenses con lo mejor de su repertorio.
La contratación de esta última agrupación fue apadrinada por dos políticos de la comunidad de San Miguel Xaltipan, uno de ellos buscaba la candidatura hacia la alcaldía, pero no contaba con que el Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones determinó en días pasados que Contla deberá de ser gobernada para el siguiente periodo por una mujer y pese a que cayó la aspiración, el baile no.
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Mientras que el segundo padrino y político, un exalcalde, busca la candidatura a una diputación local, otra vez.
Así, entre rezos, “arrorros”, baile y política siguen aún las “acostaditas” en otros puntos del municipio de Contla de Juan Cuamatzi, prácticamente hasta terminar el año.
SUCIEDAD
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Las fiestas decembrinas han dejado las calles de Contla de Juan Cuamatzi llenas de basura, entre residuos inorgánicos y de pirotecnia, donde las ráfagas de aire se encargan de “barrer” los desechos.