Comerciantes del centro de Zacatelco y del mercado “Ignacio Bonilla Vázquez” acusaron que la policía municipal no vigila el primer cuadro de la comuna y el establecimiento comercial.
Los quejosos, entre locatarios, expendedores fijos y tablajeros informaron que la anarquía reina en la comuna, lo que genera mayor vulnerabilidad en el tema de seguridad pública por la presencia de personas de las que no conocen su origen, además de que rondan alcohólicos y drogadictos.
El locatario José Tecante Muñoz comentó que el desorden que impera en el municipio va desde el transporte público, el que es agobiante al no contar con una central camionera.
Observó que el estado anárquico de Zacatelco se presenta a pesar de contar con una vialidad federal que comunica a dos estados como es Puebla y Tlaxcala.
Tecante Muñoz dijo que otro problema de la anarquía en la comuna es la falta de coordinación en los semáforos, “hace falta un estudio profundo de la vialidad, hemos propuesto que las rutas se concentren en la explanada del tianguis del mercado, que fuera una base general entre martes a sábado”.
Añadió que el mercado no es centro de la delincuencia, pero en su alrededor hay alcohólicos y drogadictos, que no solo generan mal aspecto sino que son un peligro latente.
Subrayó: “La zona requiere vigilancia policiaca, pero no hay rondines y si los hacen son para quitar placas”.
Lamentó que el 40 % de comerciantes ocupa los espacios de la explanada del mercado y calles aledañas, “los tianguistas generan mayor conflicto, son arriba de 700 que trabajan domingos y lunes”.
El locatario refirió que en Zacatelco no hay respeto vial, como ceder el paso vehicular uno por uno, “nos falta una campaña de concientización, otro problema es la invasión de ambulantes a un costado de la carretera federal, donde a pesar de no ser dueños de los espacios ponen sillas apartados, incluso bloquean las banquetas como ocurre en la avenida del Parque”.
José Tecante Muñoz, Locatario
Nos falta una campaña de concientización, otro problema es la invasión de ambulantes a un costado de la carretera federal, donde a pesar de no ser dueños de los espacios ponen sillas apartados