Una prolongada sequía que comenzó en junio ha dejado pérdidas económicas no cuantificadas en cosechas de maíz, amaranto, calabaza y frijol en verde en municipios del oriente de la entidad.
El Sol de Tlaxcala constató en Altzayanca, el Carmen Tequexquitla, Huamantla y Cuapiaxtla los efectos que está dejando la falta de agua pluvial del ciclo primavera-verano.
En los cultivos de tierras arenosas de esa región, los plantíos de calabaza y frijol prácticamente están perdidos, mientras que la resequedad la resienten cultivos de amaranto y maíces híbridos y nativos.
En el ejido de San Lorenzo, el productor Guillermo Hernández López mostró la afectación que causa la sequía a plantas de amaranto y milpas.
El veterano de 84 años explicó que en cada temporal se presenta una canícula durante el mes de agosto que merma la cosecha, pero ahora se adelantó.
Expuso que en estos ejidos solo se salvan las cosechas de latifundistas quienes cuentan con pozos de agua para riego y “verán otro ciclo de buenas cosechas”.
Expresó: “Tenemos 25 días que no nos llueve y, de seguir así, aumentarán las pérdidas al capital invertido… aplicamos fertilizante pero no lo absorben las plantas de amaranto”.
Dijo que un 80 % de la producción de maíz está a punto de jilotear, pero como le falta agua, habrá baja producción.
“Los maíces y amarantos resisten porque tienen raíz profunda, pero los frijoles y calabazas ya están perdidos” explicó.
Mencionó que de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, por la mañana del martes, existían probabilidades de lluvia de un 80 %, pero “solo vimos pasar las nubes llenas de agua”.
De acuerdo con información solicitada en Comisarías Ejidales de la zona oriente, la sequía alcanza unas 15 mil hectáreas de diferentes cultivos.
Los afectados anunciaron que reunirán las pruebas mediante fotografías del desastre natural y las enviarán a la Secretaría de Fomento Agropecuario para que analicen la posibilidad de que sean indemnizados con el seguro agrícola que, para este año, tuvo una cobertura de 50 millones de pesos para respaldar a 170 mil hectáreas.
HISTÓRICO
- En el año 2016 una sequía acabó con la cosecha en maduración de cuatro mil hectáreas de amaranto