Hasta antes de la pandemia, Santiago López percibía 300 pesos diarios como aseador de calzado en el parque Cuauhtémoc de Apizaco.
Sin embargo, desde hace 13 meses, el adulto de 70 años, perdió el empleo.
“De no haber sido porque Carlos Luna, delegado de Bienestar, me arregló mi acta de nacimiento, no hubiera recobrado mi apoyo”.
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