Aquí todo es por fe, expresa Javier Flores, “rey del castillo” en fiesta a San Juan de Dios en Xaloztoc

Piromusical espectáculo iluminó ayer el cielo en el municipio de Xaloztoc

Tomás Baños / El Sol de Tlaxcala

  · lunes 11 de marzo de 2024

Cien artesanos instalaron los castillos para el festejo. Tomás Baños / El Sol de Tlaxcala

En la noche mágica del arte efímero de los fuegos artificiales en honor a San Juan de Dios, la música y las bombas surgen al unísono, en Xaloztoc.

Se trata del espectáculo de luz y colores más importante de Tlaxcala. Piromusical engloba la pirotecnia y la música, la belleza visual.

➡️ Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y recibe las noticias más relevantes de Tlaxcala, México y el Mundo

Y por fe los artesanos gastan entre 40 y 100 mil pesos por castillo.

Los maestros de la pólvora muestran ante miles de asistentes sus obras de arte entre un olor penetrante a pólvora.

Javier Flores Hernández es un cohetero que aprendió a fabricar los castillos de pólvora más espectaculares en el estado Tlaxcala.

Aquí todo es por fe a San Juan de Dios que intercede ante nuestro señor Jesucristo, pues nada es posible sin su voluntad, expresa a este Diario.

Ayer domingo interrumpió su trabajo para asistir a misa en la capilla de Santa Martha que presidió monseñor Raymundo Muñoz Paredes, vicario general del Obispado de Tlaxcala.

Luego, regresó al campo de trabajo -un terreno agrícola de media hectárea- donde 100 artesanos instalaron los castillos para el festejo.

Ahí, dijo que a los trece años de edad escalaba 15 metros para conectar las mechas de los castillos, previo a los festejos con los fuegos artificiales en honor a San Juan de Dios.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Así fue el oficio que aprendió durante once años de su familia en la industria de la pirotecnia.

Ahora que tiene 23 años se ha convertido en el “rey del castillo” en Tlaxcala, por su destreza en el oficio.

A las 16:00 horas de ayer domingo, con el apoyo de 10 coheteros instaló el castillo más grande en la quema de trece piezas de 10, 15 y 20 metros.

Para fabricar las partes del castillo, Javier tardó 30 días, para armarlo, ocho horas y para quemarlo tan solo 10 minutos, durante los que el juego de luces y colores ofreció un majestuoso espectáculo a los asistentes.

Por fe los artesanos de la pólvora gastan entre 40 y 100 mil pesos por castillo en esta gran fiesta colorida en honor a su santo patrono.