El crecimiento poblacional, sucaptura y el uso indiscriminado de insecticidas han ido acabandocon las especies A pesar de que Tocatlán setraduce como “lugar de arañas”, la especie en aquel municipioes cada vez más escasa por el crecimiento poblacional, su capturay el uso indiscriminado de insecticidas.
La toponimia de la palabra Tocatlán proviene del náhuatl y seintegra con dos vocablos: Toca, apócope de tocatl, que significaaraña, así como la partícula final abundancial tlan, que quieredecir lugar, por lo que, con base en ello, Tocatlán se traducecomo “lugar de arañas”, pero ya se escasean.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística yGeografía (Inegi), el municipio comprende una superficie de 14 mil27 kilómetros cuadrados, lo que representa el 36 % del total delterritorio estatal y tiene zonas planas, semiplanas, yaccidentadas, propicias para el habitad de las arañas.
De hecho, en cada fiesta patronal las autoridades municipalesorganizan un concurso para que la gente atrape a la araña másrara que encuentren en el municipio, y los tres primeros lugaresreciben premios económicos.
Por ello, este Diario, acompañado de vecinos, arribó al cerroconocido como el de “La Araña”, localizado al norte de lacomuna, en busca de aquella especie, pero su localización fue condificultades.
Ladislao Avendaño Milla, uno de los vecinos más longevos,narró que existen leyendas antiguas del origen del nombre deTocatlán, “y la que me contó mi abuelo es que antes en estecerro se aparecía una gran araña que no dejaba pasar a losarrieros con sus cosechas hasta que no fueran a pagar tributo a laiglesia”.
Según cuenta, era una especie de “viuda negra” o “arañacapulina” que atemorizaba a los labriegos que sembraban sustierras en aquel cerro, además de que aparecían muchas por todoslados y pensaban que eran como el ejército de la grande.
Asunción Hernández Quiroz, otro de los vecinos, precisó quedesde hace muchos años la gente ha aprendido a convivir con ellasy no han tenido registro de que alguno haya fallecido porpicadura.
Comentó que, además de la “viuda negra”, la especie comúnen Tocatlán es la “violinista”, cuyo veneno es capaz de ser 15veces más activo que el de la serpiente cascabel.
En el cerro, la búsqueda de alguna de ellas tuvo una duraciónde más de 40 minutos, pero finalmente hubo éxito al encontrar dosejemplares distintos, pero los vecinos insistieron en que losarácnidos cada vez son más escasos.