El Congreso del Estado continúa con el desahogo de las etapas establecidas para atender y dar solución al problema que desde el 15 de enero se vive en el municipio de Ixtenco para darle solución, aseguró el integrante del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, Ignacio Ramírez Sánchez.

El también presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Gobernación y Justicia explicó que la Comisión de Asuntos Municipales está en proceso de integración del expediente donde indique que agotó el diálogo con ambas partes para canalizarlo a su comisión, quien será la responsable de realizar otro dictamen para presentarlo al Pleno.

“Sin violar las garantías individuales de nadie, ya después de haber escuchado a las dos partes, se le va a dar entrada al trámite de revocación de mandato, la ley nos dice que deberá observar las mismas características que el juicio político son 180 días para llevarlo a cabo”, indicó.

Así, manifestó que oficialmente el diálogo fue agotado entre ambas partes y, al no existir solución, el Congreso local procede a hacer los dictámenes respectivos.

Una vez que se presente el dictamen de revocación de mandato, durante el plazo de 180 días el alcalde podrá presentar sus pruebas para defenderse y al final habrá una respuesta definitiva para revocar o no el mandato con la votación de los diputados, por lo menos 17 deberán emitir su voto.

Refirió que recientemente se reunieron tanto con el alcalde Miguel Ángel Caballero Yonca, como con el grupo de la síndico Lucía Rojas, así como autoridades estatales.

Confió en que antes de que finalice el periodo ordinario de sesiones se enliste el dictamen de Ixtenco para la revocación de mandato.

El congresista lamentó que no estén regularizados los servicios municipales y exista inestabilidad; no obstante, ofreció que seguirá atendiendo a la población para resolver el problema.

Admitió que la situación de Ixtenco podría afectar su reelección, pues existe desinformación entre la gente, inclusive hubo panfletos en su contra.

• CONTEXTO
  

Integrantes del ayuntamiento de Ixtenco demandaron la revocación de mandato del presidente municipal con el argumento de que incurrió en presuntos malos manejos financieros y nepotismo; la presidencia municipal está cerrada desde enero de ese año.