La calabaza es un fruto prehispánico de gran tamaño que se puede consumir tierno o maduro, en chile o en dulce, previo a la celebración de Todos Santos, en los 60 municipios de Tlaxcala. Este ciclo de cultivo es similar al de maíz nativo, es decir, de 180 días, así que las familias tlaxcaltecas las secan para venderlas por pieza.
“Le damos forma de calaverita y con una vela encendida al interior de la calabaza, los niños y niñas piden dinero durante la ancestral festividad”, expresó una vendedora establecida en el mercado capitalino, Emilio Sánchez Piedras.
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Para los hombres del campo el temporal no fue bueno por la sequía atípica que se registró desde mayo, hacia el oriente no hubo cosechas, pero hacia el suroeste hay de buen tamaño.
Dalmasio Flores Juárez, agricultor de Unión Tierra y Libertad, municipio de Tlaxco, dijo que con las últimas lluvias obtuvieron una regular cosecha de calabaza.
“Sembramos maíz criollo, calabaza y haba, esto es lo que obtuvimos y vendemos a los peregrinos que vienen a San Andrés Buenavista”, expresó.
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DESDE DIEZ PESOS POR PIEZA
Comentó que cada calabaza de menor tamaño la vende en diez y 15 pesos, mientras que las más grades, en 20 y 30 pesos, respectivamente. “Se las llevan para hacerlas en dulce con panela y canela, se meten al horno de leña con todo y semilla y las ofrecemos a los fieles difuntos que llegan a la casa”.
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