Después de un año de que cerró su negocio de venta de alimentos por la pandemia del coronavirus, doña Hermelinda Hernández Sanluis, reactivó su economía en días pasados.
Ya que dependía de la venta de alimentos que preparaba al personal que labora en la presidencia municipal de Cuaxomulco, se vio afectada porque no hubo servicio.
“Fue en abril cuando se registraron los primeros muertos por la enfermedad del coronavirus y tuvimos que encerrarnos”, señaló.
Dijo que solo prepara alimentos para algunas familias que lo solicitaban en la Sección Segunda y con medidas de protección contra el Covid, repartía el periódico a sus clientes.
Recordó que antes de que llegara la enfermedad viral explicó que con el apoyo de sus hijas, preparaba desayunos y comidas para los trabajadores.
Mencionó que como no tienen ningún apoyo del gobierno de la República, para subsistir tuvo que vender perfumes y cremas por catálogo, así como cazuelas de barro y cerámica.
Y refirió que tuvieron que solicitar créditos para subsistir durante el tiempo que permanecieron confinadas.
Sufrimos mucho, primero para no contagiarnos y después para tener dinero y alimentarnos
Hermelinda Hernández / comerciante
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