La cruz de la cúpula de la parroquia de Santa Inés Zacatelco cayó la mañana de este domingo, vencida por su peso y por el debilitamiento generado por su propia antigüedad, sin que generara algún incidente grave.
Con un tamaño aproximado de dos metros de alto por dos de ancho, sucumbió a la cima del templo católico y terminó en la zona del techo del templo, partida en tres partes, una de ellas permaneció colgada en la parte baja de la misma cúpula.
El sacristán José Inés Juárez García informó que cuando celebraban la misa de las 10:00 horas se escuchó un ruido muy fuerte, por lo que el sacerdote le pidió que checara y fue cuando “me di cuenta que había caída, gracias a Dios no hubo pérdidas o algo que lamentar, solo daños materiales”.
DEBERÁ INAH REVISAR LAS CONDICIONES DE LA CRUZ
Comentó que la cruz está hecha de piedra antigua y corresponde al Instituto Nacional de Antropología e Historia revisar las condiciones en que se encuentra y definir qué procede para su reubicación.
Señaló que desde su niñez, a casi 50 años, ya estaba colocada en lo más alto del templo católico.
Subrayó que estaba sostenida por un pedazo de varilla, que se veía en malas condiciones, por lo que es una razón de su caída.
Además, refirió que con el temblor de septiembre de 2017 presentó algunas afectaciones, por lo que previó que ha sido una de las causales de su desprendimiento.
La cúpula de Zacatelco se encuentra en la parte trasera de la parroquia por lo que no existió riesgo que pudiera impactarse en algún feligrés que acudió a las eucaristías dominicales.
El historiador Elpidio Morales Moreno señaló que la cruz tiene más de 100 años de que fue colocada en la cima de la parroquia.
Dijo que está en la parte más alta, denominada cupulín, espacio que tiene un peso aproximado de 12 toneladas.
Recordó que la construcción de la parroquia de Santa Inés concluyó en 1775 con un estilo barroco exuberante, siendo la más alta y amplia de Tlaxcala con 54 metros de largo.
- Este domingo en el sermón de la misa de las 12:00 horas se tocó el tema del siniestro del pasado viernes en el que presbíteros, a cargo de la homilía, aclararon que Jesús nunca castigó a los feligreses de Zacatelco por la fuerte lluvia en el Santo Jubileo y contrario a ello refirieron que hay que darle gracias porque no ocurrió un incidente mayor.
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