La operación de un matadero presuntamente clandestino y que emana un olor fétido que se esparce por las calles circunvecinas, causa molestia entre los pobladores de la colonia El Alto, municipio de Chiautempan.
Según los habitantes de la Prolongación Progreso Sur, a la altura del corralón, tiene unos cuatro meses de que reiniciaron operaciones, pero con la llegada de los primeros calores de la temporada, la emanación volátil es desagradable.
“Algunos ganaderos nos han dicho que el rastro funciona de manera anormal gracias al consentimiento del presidente municipal Héctor Domínguez Rugerio, quien como todos sabemos, es carnicero”, dijo Vicente R., residente de la zona.
Para otros, el olor desagradable causa dolores de cabeza, pues a decir de Lucila X., “los niños no quieren ni comer, les dan asco los alimentos y no soportan esa pestilencia que sale del matadero”.
Este Diario constató que el olor se detecta aproximadamente a un kilómetro a la redonda y que disminuye cuando el sol comienza a ocultarse.
Incluso, los infantes que habitan cerca del matadero, comentaron que hasta guajolotes matan, porque se han encontrado las cabezas de los animales en las calles.
“Hacemos un llamado urgente a las autoridades de salubridad, para que inspeccionen el rastro, si es clandestino que lo clausuren, pero si tiene permiso, mínimo que operen con más higiene o lo reubiquen, pues con el excremento de los animales, aunado a los desechos o vísceras y que operan prácticamente al aire libre, hace del lugar un foco de contaminación ambiental”, puntualizó Vicente R.
El lugar fue habilitado como rastro clandestino por el hoy finado Ambrosio Roldán que se lo heredó a su hijo Víctor Roldán, también fallecido, en la actualidad uno de sus familiares lo opera, aunque los habitantes no mencionaron nombre alguno.
- Algunos vecinos de El Alto informaron que el matadero tiene varios años, pues lo construyeron cuando todavía el camino era de terracería.
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