Celebran centenario de la cura de influenza española

FRANCISCO H. REYES

  · viernes 23 de noviembre de 2018

Con la presencia del nuncio apostólico en México, Franco Coppola, el obispo Julio César Salcedo Aquino y feligreses del sur del estado, fue celebrado el centenario del milagro de la cura de la influenza española.

Víctor Cordero Lara, fiscal mayor del santuario de la Preciosa Sangre de Cristo, recordó que en 1918 se presentaron muchos decesos por la mortífera enfermedad que afectaba el sistema inmunológico de habitantes de Xicohtzinco, Zacatelco, Axocomanitla, Zacualpan y Santa Cruz Aquiahuac.

Señaló que hace 100 años, ante la tragedia, fue bajada de su nicho o altar la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo para llevarla a las comunas donde ocurrían las muertes por la influenza española.

“Al pasar fue sanando la enfermedad y la mortandad se calmó, por lo que los pueblos cada año en noviembre vienen hacer misa de acción de gracias al santuario de Xicohtzinco”, sostuvo.

El fiscal mayor informó que en la ceremonia eucarística del pasado domingo se juntaron cuatro pueblos “para celebrar este gran acontecimiento por lo que sucedió hace un siglo, estuvieron alrededor de seis mil personas, la misa fue en el zócalo, nuestro obispo Julio César Salcedo Aquino estuvo muy emocionado”.

Cordero Lara mencionó que previo a la festividad hicieron un novenario en el que recorrieron con la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo, los poblados de San Lorenzo Almecatla, San Cosme Mazatecochco, Guadalupe Hidalgo de Acuamanala, San Jerónimo Zacualpan, Santa Inés Zacatelco, San Lorenzo Axocomanitla, San Juan Huactzinco y el barrio de San Isidro de Santo Toribio.

CIFRA:
  • 11 personas coordinaron el centenario, apoyados por el presbítero José Luis Pedro Ruiz Báez, padre del santuario.
PARTICIPANTES
  • Participaron cinco fiscalas -cuatro representativos de las secciones del municipio y el mayor- tres mayordomos -el de la Preciosa Sangre, del Santísimo y de las Ánimas, además de un escribano, el portero que está al servicio de la iglesia y el sacristán que asiste al padre