“No hay festividad triste cuando el amor al Señor del Coro sale desde el corazón”, dijo Candelaria Sanluis, devota de la imagen del Cristo crucificado que se venera en la parroquia de Santa Cruz Tlaxcala.
Esta vez, en el segundo viernes de Cuaresma, la fiesta que tradicionalmente se organiza y que aglomera a más de 10 mil peregrinos, fue desolada.
La pandemia obligó a los fieles católicos a seguir la misa que ofició el párroco Donato Zempoalteca Briones a través de las redes sociales.
El atrio de la iglesia, los banderines de color rojo y blanco fueron mudos testigos de una celebración atípica.
Asimismo, las calles céntricas lucieron prácticamente desoladas, solo un vendedor de pan de fiesta en la entrada de la iglesia. En la imaginación quedó el ruido de bandas de viento y comerciantes de temporada.
Antes del mediodía, los cohetones anunciaron el inicio de la misa, la gente comenzó a seguir la transmisión y orar de manera virtual
Durante el sermón, el presbítero recomendó a sus feligreses no tener miedo a la enfermedad de la Covid-19, “al contrario, debemos de ser responsables y tratemos de cortar las vías de contagio”, dijo.
Explicó que la pandemia es una oportunidad de conocer el espíritu interior del ser humano y reflejar ese amor por Jesucristo.
“Recordemos la característica que el Señor nos formó como discípulos; hoy podemos hacer un balance de todo ese tiempo empleado para hacer la voluntad de Dios”, mencionó el párroco Donato Briones.
Ahí, el olor a rosas, girasoles y claveles, entre otras flores, inundó el ambiente de solemnidad religiosa, la capilla del Señor del Coro tenía todo en su fiesta, no le faltó nada, pese a la ausencia de gente.
“Cuando has perdido a un familiar durante esta pandemia, nos damos cuenta la falta que nos hace estar cerca de Dios… desgraciadamente no lo podemos festejar como debe de ser, pero dentro de mi alma salen oraciones para pedir por todo el mundo”, comentó Israel Acoltzi, peregrino de Contla que llegó a persignarse desde el atrio de la parroquia de Santa Cruz Tlaxcala.
- Un reducido grupo de personas estuvo presente en la celebración eucarística en la parroquia de Santa Cruz Tlaxcala, mismo que formó el coro en los cánticos religiosos.
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