Derivado de la escases de agua potable, pobladores de Españita se manifestaron frente a la presidencia y la cerraron parcialmente, en demanda de que el alcalde, Jesús González Guarneros deje de conducirse con prepotencia, les restablezca el servicio y atienda los problemas de alumbrado, obra y seguridad pública.
Ayer, en punto de las 8:30 horas, cientos de vecinos de las comunidades y de la propia cabecera municipal, se apostaron frente a la presidencia para impedir el acceso a los trabajadores de la administración y exigir que el alcalde se apersonara, toda vez que los plantó en al menos tres asambleas, en las que tocarían el problema de escases.
Según la declaración de los inconformes, hace dos años, una empresa que elabora block, se instaló en el municipio y empezó a utilizar varios litros de agua potable, por lo que el líquido vital perdió presión y ya no llegó hasta las partes altas.
Desde esa fecha, el problema se ha ido agudizando, pues la empresa de materiales pétreos ha extraído cientos de pipas para su servicio y otras más desconocen para qué las utilizan.
Al respecto, uno de los ciudadanos, Fernando Cortés Roa, señaló que la “gota que derramó el vaso”, fue que el presidente además de incumplir su palabra, también se ha burlado de ellos y los ha tratado de “animales”.
Aseveró que el priista, su Cabildo y personal administrativo han hecho gala de su prepotencia, pues no resuelven las demandas sociales y cuando les piden algún servicio, según se molestan y les dan “largas”.
Aunque la demanda primordial fue el restablecimiento del agua potable, los ciudadanos también se quejaron del abandonó de unidades deportivas -en las que supuestamente ha proliferado el vandalismo-, falta de alumbrado público, atraso en la ejecución de infraestructura para desarrollo social y la falta de vigilancia efectiva por parte de la corporación policiaca.
Pasadas las 9:00 horas, arribó el secretario del ayuntamiento, Raúl Díaz Tome para tratar de convencer a la gente que abrieran la presidencia, conformaran una comisión de negociación y levantaran una minuta-compromiso, pero se negaron con el argumento de que si el propio alcalde ha incumplido su palabra, él también lo haría.
Después de varios minutos de discusión determinaron ignóralo y no negociar hasta que llegara el alcalde, sin embargo, la administración intentó convencerlos nuevamente, pero ahora a través de la sindico, Yaneth Ramírez Vargas, quien corrió con la misma suerte.
Advirtieron que estarán ahí, de ser posible, días completos, si es que el alcalde no les resuelve sus demandas, puesto que el secretario les aseguró que ayer llegaría a la presidencia de 12:00 a 13:30 horas y nuevamente los dejó esperando.
- Hace dos años se estableció la bloquera, que fue cuando empezó la escases.