Las ventas de los comerciantes ambulantes, y en ocasiones también de los comercios formales establecidos en la capital, limitan el paso de las personas, de visitantes y hasta de algunos vehículos.
Algunos de los puntos son la calle Guillermo Barroso Corichi, a donde han extendido sus puestos algunos de los comerciantes establecidos en el anexo del mercado municipal “Emilio Sánchez Piedras”, lo que orilla a los ciudadanos a caminar sobre la vialidad.
Pero el problema no solo es para los peatones, pues al estacionar sus automóviles sobre la calle o exceder el espacio establecido en el permiso otorgado por el ayuntamiento capitalino, la circulación queda reducida para los automovilistas que en su mayoría pertenecen al servicio del trasporte público.
Otro lugar que hasta ha sido convertido en estacionamiento es la Plaza Xicohténcatl, en donde los dueños de comercios fijos, con el argumento de que es parte de su propiedad y al ser un acuerdo hecho con las autoridades municipales hace varios años, circulan por esa plaza que es visitada todos los días por cientos de personas.
Pero no solo eso sino que algunos restaurantes han excedido el espacio autorizado causando perjuicio al suelo de la plaza considera como zona de monumentos históricos tutelada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Esa situación de invasión por parte de los comercios y establecimientos también se registra en el “Portal Grande”, en donde el paso queda reducido por la colocación de mesas y sillas para los comensales.
El DATO
- En atención a una denuncia ciudadanía, en días pasados el ayuntamiento de Tlaxcala suspendió un negocio de venta de pulques ubicado en la entrada al Exconvento de San Francisco, pues a decir de los quejosos el dueño del sitio perforó el piso para colocar permanentemente varias macetas. La suspensión obedeció a quien el dueño no se presentó para aclarar el tema.
También puedes leer: