La pirotecnia que este miércoles estalló era para venerar a la virgen de Santa Apolonia, en Teacalco Tomás BAÑOS y Moisés MORALES
Siempre le dije a mi hermano Pedro que ya dejara la pólvora, es muy peligrosa, pero no me entendió, expresó don Jesús Salas Espinosa, el hermano mayor de la familia y vecino de la vivienda que ayer se quemó al explotar la pirotecnia almacenaba.
El veterano de 63 años no pudo contener las lágrimas al ver que su hermano y sobrino sufrieron quemaduras que hoy ponen su vida en peligro.
La tristeza invadió su rostro al observar que otros dos cuerpos fueron envueltos en bolsas de plástico para ser trasladados al Servicio Médico Forense y que, por fortuna, la tragedia no alcanzó a los habitantes de su hogar.
Antes, tuvo que pasar un coraje con elementos de Seguridad Pública de Ixtacuixtla que, pese a ser familiar de las víctimas, le negaron el paso.
Don Chucho, como lo conocen en la colonia Chapultepec, quería saber si su hermano había muerto calcinado en esa vivienda y no se movió de ahí hasta que supo que fue trasladado a un nosocomio de Texmelucan.
Un descuido provocó que la mañana de este miércoles, antes de las 08:30 horas, provocó una explosión de pirotecnia que terminó con las vidas de dos jóvenes de 19 y 21 años de edad, respectivamente.
Y no solo eso, dejó otras tres personas lesionadas por quemaduras de segundo y tercer grado, entre ellos: Pedro Salas Espinosa de 53 años, propietario del taller de pirotecnia.
De oficio constructor narró que hace algunos años su hermano Pedro dejó material explosivo en su taller legalizado, ubicado en el predio El Centenario, allá por la comunidad Espíritu Santo, pero al mediodía explotó y pulverizó lo que había, pero “afortunadamente no había nadie”.
Pedro Salas, trabajó durante 28 años en la elaboración de pirotecnia, lo que le permitió mantener a su familia, en este oficio de artesano que decidió emprender a pesar de los riesgos que podría sufrir.
Caso contrario ocurrió hoy, cuando la explosión sobrevino en la calle Benito Juárez de la colonia Chapultepec, a unas cuadras de la cabecera municipal de Ixtacuixtla de Mariano Matamoros.
El primer estallido inició en el interior de la camioneta cargada de artesanías para su quema, después se propagó al interior de la bodega de formó la cortina de humo.
Por los accesos de Tlaxcala y Puebla arribaron decenas de paramédicos y bomberos al rescate de los lesionados.
Del interior de los domicilios de la vecindad surgían los pobladores con cubetas llenas de agua para sofocar la conflagración que dejó las explosiones causadas por los artefactos.
A las 08:32 horas Gabino García Vázquez, integrante de la Red Informativa de Texmelucan fue quien solicitó el auxilio a ambas entidades.
Así, poco a poco los servicios paramédicos arribaron a la zona de las explosiones.
Para entonces, la fumarola que se alcanzaba a apreciar desde varios kilómetros a la redonda de la demarcación se desvaneció.
Esta vez, la pirotécnica (bombas medianas y cohetes de varas) elaboradas por esta familia, no llegarán para la festividad de la virgen de Apolonia, -patrona de los dentistas- en el municipio de Teacalco.
La familia Salas también alistaba la fabricación de juegos pirotécnicos para el domingo 12 de febrero en la colonia de Chapultepec, pues ahí los ejidatarios veneran a la Virgen de Guadalupe.
Y las fiestas que los fiscales alistaban, por ahora, tendrán que esperar, pues el pueblo dará el último adiós en su sepultura a los jóvenes artesanos que en la industria de la pirotecnia, por un descuido perdieron la vida.