El Árbol de la Misión Continental cumplirá en el mes de octubre 12 años de ser sembrado por el entonces obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, en el atrio de la Parroquia de los Santos Damián y Cosme en el municipio de Texoloc. Parroquianos de ese lugar, informaron que el olivo comenzó a dar frutos en forma de aceitunas desde los ocho años, el arbusto ya alcanzó unos tres metros de altitud.
Fue el 13 de octubre de 2012 cuando el religioso -ahora Arzobispo de Tijuana, Baja California- visitó a la feligresía para informarle sobre la historia del árbol de olivo. “Esto es un signo de nuestra vocación y compromiso como discípulo misionero de Jesucristo”, expresó en una placa y explicó que se trató de una visita pastoral para reforzar la fe católica entre la población del municipio sureño.
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Personal del ayuntamiento de Texoloc señaló que cuando hay sequía, lo riegan para evitar que se seque, aunque el año pasado resintió la falta de agua pluvial y, después, la canícula que comenzó el 15 de julio y concluyó del 25 de agosto.
UN OLIVO VIVE MIL AÑOS
Es en verano cuando comienza el tiempo de la cosecha, un fruto que procede de un árbol, el olivo, lleno de fortalezas que mejoran la producción de las aceitunas y, por lo tanto, del aceite de oliva. Los olivos son árboles de entre dos y 10 metros que pueden vivir centenares de años, incluso más de mil años. Por sus características y resistencia a condiciones extremas, es un árbol fácil de cultivo, por eso existen más de mil variedades.
Dependiendo de cómo haya sido el año, el olivo ‘decide’ cuál va a ser su intensidad de floración, aunque el estrés hídrico -derivado del cambio climático- disminuye la floración y aunque el olivo haya producido flores, no siempre cuenta con suficientes recursos para continuar con este proceso y hace incrementar los abortos ováricos, es decir, que no completa el crecimiento y desarrollo del fruto.
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EN EL ATRIO DE TEMPLO SOLO QUEDA UNA TUMBA
El panteón del templo de San Cosme y San Damián dejó de funcionar desde hace varios años, sin embargo, aun queda la sepultura de don Anselmo Cervantes Hernández quien fue gobernador de Tlaxcala de 1963 a 1969.
Los restos de quien fuera un hombre ilustre para Texoloc se encuentran al pie de la parroquia de San Cosme y San Damián del lado derecho. Él nació el 13 de abril de 1905, su padre fue Ciriaco Cervantes Pérez y su madre María del Refugio Hernández Mellado, ambos se dedicaban a la agricultura.
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Anselmo Cervantes hizo estudios en el entonces Distrito Federal en la Escuela Nacional de Maestros donde obtuvo el título de maestro, luego, ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México para graduarse como abogado. El dos de julio de 1982 falleció a la edad de 77 años.