Nicolás Bravo, municipio de Terrenate, vivió un día de duelo, de dolor espiritual y de tristeza durante el último adiós a cuatro de sus pobladores que murieron en un accidente automovilístico el domingo pasado en el estado de Jalisco.
Ahí, la mayoría de los poco más de dos mil habitantes se unieron al duelo de las familias que perdieron a sus seres queridos.
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El templo de San Nicolás de Bari fue insuficiente para recibir a la gente que se aglomeró dentro y fuera del recinto religioso para despedir a sus muertos.
Ayer el pueblo fue una sola familia, la solidaridad se desbordó con los deudos, a quienes apoyaron espiritual y económicamente.
Antes de las 13:00 horas, el cortejo fúnebre llegó a la iglesia con los cuatro ataúdes con los restos mortales de Hilario N. y su menor hijo Luis Enrique N., así como el de Eduardo N. y Arnulfo.
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Chipilo también guarda luto
El quinto fallecido fue Alejandro N., procedente de la comunidad de Chipilo, a unos cuantos kilómetros de Nicolás Braco, quien recibió la misa de cuerpo presente por la mañana y la sepultura en su lugar de origen.
Como se recordará, los cinco pobladores del municipio de Terrenate salieron desde las primeras horas del domingo en una camioneta pick-up rumbo al estado de Jalisco, pero en la comunidad de La Barca un vehículo los embistió de frente y murieron.
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Asimismo, dos personas más de la comunidad de Nicolás Bravo se encuentran lesionadas en un nosocomio del estado de Jalisco, a la espera de que su estado de salud mejore para realizar el traslado a Tlaxcala.
LA MISA
Con un sol quemante, la comunidad que ocupa el lugar número tres en número de población en la municipalidad de Terrenate, literalmente se volcó al templo religioso para acompañar a los deudos y dar el último adiós a sus vecinos fallecidos.
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La mayoría escuchó misa en el atrio, bajo una lona que también resultó insuficiente, otros se resguardaban de los rayos de calor bajó los pocos árboles, otros en las banquetas de las calles aledañas.
Fue el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcido Aquino, quien presidió la misa de cuerpo presente, en compañía del párroco del templo, Francisco Javier Lima Sandoval.
Ahí, el jerarca de la grey católica de Tlaxcala oró por el eterno descanso de los trabajadores que iban en busca del sustento diario para sus familias, tres de ellos jóvenes.
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El cortejo
Al finalizar la ceremonia, en el atrio de la iglesia, la banda de guerra de la telesecundaria Margarito López Romano entonó el toque de silencio en memoria de los cuatro fallecidos, para después iniciar el cortejo fúnebre rumbo al cementerio de la localidad.
Antes, los féretros con los cuerpos de los pobladores fallecidos llegaron por última vez a sus hogares, luego la procesión arribó al parque de la demarcación donde se brindó un homenaje de cuerpo presente y se izó la bandera nacional a media asta, en símbolo de luto en toda la comunidad.
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Hasta el cementerio llegó la multitud de pobladores, quienes unieron sus oraciones por el eterno descanso de Hilario, Luis Enrique, Arnulfo y Alejandro, al dejarlos en su última morada.
- 2 personas más de la comunidad de Nicolás Bravo se encuentran lesionadas en un nosocomio del estado de Jalisco, a la espera de que su estado de salud mejore para realizar el traslado a Tlaxcala.
La solidaridad del pueblo de Nicolás Bravo se manifestó una vez más, además en próximos días una comisión de jóvenes pasará a todas las casas para recibir el donativo que será entregado a los deudos.