Familiares, amigos, compañeros de trabajo y conocidos dieron el último adiós a José Joel N. la sexta víctima del trágico accidente registrado el pasado sábado en la comunidad de Acuitlapilco, en la capital tlaxcalteca.

Hasta el martes pasado, el joven de 24 años de edad era el único sobreviviente, pero una embolia y complicaciones por sus múltiples facturas hicieron que perdiera la vida en la clínica Guadalupe, de la misma capital.

José Joel se une al fallecimiento de su esposa Maricela y de su hijo Said, de apenas cuatro meses de edad, quienes fueron sepultados en el mismo panteón apenas el pasado lunes.

Sus suegros, Refugio y Lourdes y su cuñado, Arturo, quien a su vez era hermano gemelo de su esposa, completan la lista de los seis fallecidos en lo que ha sido considerado como una tragedia para habitantes de Quilehtla y el resto de la entidad.

Su fallecimiento hizo que la mañana de este jueves el presidente municipal de Santa Cruz Quilehtla, Oscar Pérez Rojas, también rindiera un homenaje junto con integrantes del cabildo y funcionarios de su gobierno a quien en vida se desempeñaba como auxiliar del Ministerio Público de la demarcación.

Tras el homenaje póstumo, el cortejo partió a la iglesia del municipio para asistir a la misa en su memoria, donde el padre pidió pronta resignación a la familia del hoy difunto para después trasladarse al panteón municipal donde los restos de José Joel fueron inhumados junto a su esposa, hijo, suegros y cuñado.

Decenas de vecinos y amigos consternados por el fatídico accidente ocurrido, señalaron que la pérdida de José Joel “fue como una reunión en el cielo con su familia”, pues incluso en vida, desde pequeño José Joel únicamente vivía con su abuela.

Narraron que también pasó lo mismo con la familia Pérez Pérez, al reunirse con su hijo fallecido en años pasados por un percance vial.

“Sonara feo, pero ahora sí que la familia completa se reunió en el cielo y está con Dios”, expresaron algunos vecinos.

Agregaron que José Joel siempre será recordado como la persona alegre, responsable y amable que lo caracterizaba, pues en varios lugares “mostraba una cara de alegría que contagiaba a muchos”.

Por otra parte, familiares y vecinos continúan exigiendo que el chofer de la colectiva Flecha Azul pagué conforme a la ley al provocar la pérdida de estas seis personas.