Con los sones de las tradicionales cuadrillas, amigos, vecinos y familiares despidieron a Lorenzo Hernández Cortés, uno de los principales promotores de la cultura y el carnaval en Panotla. A pesar de la pandemia, a su sepelio acudió una multitud.
El longevo hombre de 89 años, reconocido en varias comunidades carnavalescas de Tlaxcala, falleció el martes de un paro respiratorio al dejar de funcionar su marcapasos.
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En la década de los setenta, desde que obtuvo su jubilación en la extinta Secretaría de Recursos Hidraúlicos, donde tuvo a su mando a 30 trabajadores, se dedicó a enseñar el arte de bailar a las nuevas generaciones.
Junto a su esposa Gloria y sus 10 hijos, Lorenzo Hernández integró la camada “Mister Genio” con elegantes disfraces, inicialmente elaborados con manta y huarache, sombreros adornados con vistosas plumas de aves exóticas.
Cada año invertía más de 60 días para los ensayos previos al carnaval y, eso sí, era muy estricto con los participantes.
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Mientras pudo bailar, Lorenzo Hernández siempre portó el traje en forma impecable y la máscara de madera con barba y ojos de color era la codicia de muchos.
En 1973, una vez que sus hijos iban creciendo, integró la camada con 40 participantes y siempre se distinguió de los huehues de levita por la ropa estilo francés para las mujeres y porque bailaba las cuatro evoluciones con música viva; es decir, la marcha, danceras, virginas y las tradionales cuadrillas.
El decano promotor de la cultura fue sepultado la tarde del pasado jueves en el viejo panteón municipal y su cuerpo quedó justo al lado de su hijo Juan Hernández, quien en 2018 pereció de una enfermedad.
CAMADA
Junto a su esposa Gloria y sus 10 hijos, Lorenzo Hernández integró la camada “Mister Genio”.
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