Reconocen autoridades municipales que el lugar carecía devigilancia porque las tierras no tenían certeza jurídica
Las “pinturas rupestres” del Proyecto ArqueológicoPuebla-Tlaxcala están en territorio de Amaxac de Guerrero, afirmóel síndico municipal, Silvino Hernández Vázquez, “precisamenteen el polígono que hace unos días se le dio certeza jurídica porparte de autoridades federales”, dijo.
Informó que el acantilado y llamada “cueva del diablo”están dentro de las 88 hectáreas del cerro Otongatépetl, quepertenecen a los 195 comuneros y pequeños propietarios, querecibieron la certificación de sus tierras el pasado ocho deseptiembre, de manos del gobernador del Estado, Mariano GonzálezZarur.
El encargado legal del ayuntamiento de Amaxac reconoció que se“había dejado un poquito en stand by, por laproblemática que existía, debido al conflicto por la posesión delas tierras, pero ahora que ya hay certeza jurídica, tenemos quedarle mayor importancia para recuperar el espacio”.
“Nosotros, como ayuntamiento, tenemos que ver –trabajar- conel INAH, de darle seguimiento, ya que es histórico y delpatrimonio arqueológico del municipio”, prosiguió.
Comentó que esos predios no tienen propietario particular, “oalguien que se crea dueño, ya que esto pertenece a lacomunidad”.
Asimismo, explicó que el ayuntamiento de Amaxac de Guerrerotrabajará junto con el INAH y los comuneros para el rescate de lazona.
Expuso que iniciarán con la vigilancia para evitar vandalismoen las “pinturas rupestres”, pues algunas ya han sido dañadaspor la mano del hombre con graffitis y otras veces rompen la rocapara llevarse parte de los bocetos, aunado a los derrumbesnaturales.
Iniciarán, dijo, “con una inspección ocular de cómo seencuentran las pinturas, ya que no se había hecho y lo digoclaramente, no se había hecho, y ver la forma más adecuada de quese pueda acordonar –la zona-, poner protección para que no hayamal uso o que le vayan a meter mano a esto que es algoimportante”.
Delimitación se hizo en 2014: presidente decomuneros
Debido al conflicto de límites territoriales con Yauhquemehcan,así como el problema de comuneros con pequeños propietarios sobrela tenencia del cerro Otongatépetl que tenía más de 40 años enconflicto, fue en el año 2014 cuando el Fondo de Apoyo para losNúcleos Agrarios sin Regularizar (Fanar) delimitó la zona delpolígono, que da certeza que el terreno pertenece a Amaxac,comentó el presidente del Comisariado de Bienes Comunales de SanBernabé Amaxac, Alejandro Pérez Hernández.
“Lo que me decía el antiguo comisariado, Valeriano EliseoFlores Muñoz, que dichas pinturas rupestres sí entran dentro delpolígono, entonces vamos a revisar con cuidado nuestros documentospara en el momento determinado hacer lo conducente, que seríaplaticar con el INAH, para el cuidado de estas pinturas”,dijo.
Comentó que por parte de los miembros de Bienes Comunales “nohabría ningún problema de rescatar ese lugar, que es unpatrimonio histórico para todos nosotros”.
Igualmente reconoció que las “pinturas rupestres” habíansido olvidadas por el conflicto que existía entre los comuneros,“pero una vez que se cristalizó la certificación de lacomunidad agraria, pues ya sabemos hasta dónde da nuestropolígono, para el resguardo de esta zona”.
Sobre las rejas que existen en el lugar y que estándeterioradas por falta de mantenimiento, “teníamos conocimientoque las había puesto un particular, desconozco si funcionen o no,pero haremos lo conducente”, finalizó.