Entregado a la oración, humilde, amigo y fiel a la Iglesia es como el pueblo de San Pablo Zitlaltepec recordará al padre Junípero Rivera Alonso, a quien le dieron el último adiós. Fue su voluntad que lo sepultaran en esa comunidad, donde evangelizó la palabra de Dios durante muchos años y así se cumplió.

Hasta ese lugar situado al oriente se congregó la Diócesis de Tlaxcala, encabezada por el obispo Julio César Salcedo Aquino, quien ofició la misa de cuerpo presente. “Despedimos al padre Juni, un gran sacerdote para nuestra Diócesis, quien dejó huella por su labor pastoral”, expresó.

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Dijo que el padre Juni se preparaba para el encuentro con el Señor después de vivir varios momentos de purificación. “Confiamos en que el Señor lo ha recibido en su gloria; que Dios tome en cuenta todo lo bien que hizo en vida, oremos por su alma”, puntualizó.

Durante la misa de exequias, sus compañeros compartieron vivencias del religioso destacado por su entrega a Jesús y quien tenía un gran cariño por la parroquia de San Pablo Zitlaltepec, donde se desempeñó como párroco y donde ahora descansan sus restos.

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El templo religioso fue insuficiente para la celebración eucarística en el último adiós al sacerdote.

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En enero de 2018 el Obispo reordenó a los párrocos y para ello nombró al padre Junípero Rivera Alonso, rector de la Soledad en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen del municipio de Chiautempan. Dos años después la Diócesis de recordó un año más de ordenación sacerdotal.