“Que no paren de tocar Puño de tierra”
PIDIÓ LA HERMANA DE FIDEL MARTÍNEZ
El repique doble de campanas desde la parroquia de San Luis Obispo de Huamantla, anunciaba la cita a la liturgia para despedir a Fidel Martínez Huerta, el cerrajero que el martes falleció en la cañada grande de la Malinche.
El cuerpo de Fidel, después de ser velado en el auditorio del Recinto Ferial, por la fría mañana dominical, fue trasladado en una carroza hasta el templo católico del Pueblo Mágico.
Cientos de huamantlecos participaron en el funeral que, por voluntad de Fidel Martínez, estuvo acompañado de música de banda.
En el féretro de color café claro, estaba grabada una de las frases preferidas de Sanfidel: “no olvides sonreírle al del espejo”.
Los asistentes caminaron varios kilómetros hasta el camposanto en Santa Anita.
Minutos antes del mediodía, la carroza arribó el panteón municipal, desde donde se observa la cañada de la montaña La Malinche.
Uno a uno amigos y familiares se despidieron del hombre generoso y bondadoso.
Enmarcada sobre el féretro estaba la misma fotografía que se tomó en la zona de los arenales.
Uri Rivera, integrante de una Asociación que cada mes de mes de marzo celebraban el Día de la Familia con vuelo de papalotes, no paró de llorar.
Clemente Martínez, el cuarto de siete hermanos quien lo buscó durante tres días en la montaña, agradeció el apoyo de los asistentes al funeral.
“Hermano, allá quedaste en la Malinche, la que te quería”, expresó entre el dolor su hermana Paula Margarita.
Luego, pidió a los integrantes de la banda de música que no dejaran de tocar “Puño de tierra”.
Así terminó la aventura del cerrajero, del hombre al que le gustaba la adrenalina en las alturas.
Cuando el féretro descendía a su última morada, es escuchó por última vez “Puño de tierra”.
- CONTEXTO:
Después de tres días de intensa búsqueda, un grupo de alpinistas de la Ciudad de México encontró el cuerpo de Fidel a 400 metros de profundidad en la zona conocida como Cañada Grande, de la Malinche