La represa de Acomulco volverá a la vida y será rescatada cuando se activen los veneros tapados en la zona norte de la reserva natural, ubicada en zona ejidal de Zacatelco, afirmaron integrantes del comité comunitario, que inició trabajos de limpieza en el área.
Esta agrupación limpió espacios externos e internos, de los que retiró yerba, tule y residuos sólidos, que afectaba el lugar. Antonio N., quien forma parte del bloque ciudadano de la Sección Cuarta de Zacatelco, comentó que se juntaron más de 35 personas para dar mantenimiento a la represa y sostuvo que para volverla a ver brillante y llena necesitan ayuda para habilitar los veneros de los manantiales que la alimentaban.
Los veneros hay que recuperarlos, con la sequía ya no hay peces y ocasionalmente llegan aves, que se asientan en los charcos, que con los calores desaparecen, refirió.
Ante la adversidad que ha llevado a desaparecer el espejo de agua de Acomulco, el vecino de Zacatelco invitó a las autoridades estatales y federales “a que volteen para acá, para recuperar estos manantiales; se tienen que recuperar, hay que rascarlos, pero para ese tipo de trabajos se necesita un par de dragas, no manos de chango, esos instrumentos no están a la mano de la comunidad de la Cuarta”.
Los ciudadanos que llevaron a cabo los trabajos de limpieza de la presa, adelantaron que con el temporal de lluvias de este año será difícil que se recupere el espejo de agua, por lo que es urgente destapar los veneros que son los que la llenarán.
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“Hemos hecho la valoración, iniciamos primero con el trabajo de limpieza, después vendrá la recuperación de los manantiales y tenemos un proyecto para la canalización de aguas pluviales, que vienen de Exquitla, llegan a la avenida Francisco I. Madero y de ahí debe conducirse a la presa”, añadió.
Enfatizó que “con las lluvias se crecerá metro a metro y medio, pero vendrá una nueva temporada de sequía en noviembre y diciembre por lo que volverá a secarse; el trabajo de recuperación de los manantiales y captura de aguas, que bajan de Exquitla y terminan en Francisco I. Madero son fundamentales para volver a dar vida a la presa”.
La comisión comunitaria dio mantenimiento por 16 años a este espacio natural, en donde por la sequía perdieron más de 40 empleos de gente que vendía alimentos, de ellos seis estaban establecidos en sus casas. “Había vendedores de alimentos alrededor de la presa, comerciantes ambulantes, que ofrecían pulque, patitas, churros, tortas y mucho más, se generaba una derrama económica para beneficio de la comunidad”, sostuvo.
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Los ciudadanos de la Sección Cuarta cuestionaron al comisariado ejidal, quien dejó que se secara la presa y lamentó que personal del ayuntamiento “ni siquiera se ha parado en la presa; esa gente llega al gobierno porque va por el dinero, no tiene intención de echar para delante a favor de la comunidad”.
SUPERFICIE
- La presa tiene una superficie de tres hectáreas, dos de agua y una de zona de áreas verdes.