La obra de rescate del expanteón municipal “La Santísima” de San Pablo del Monte, es un tema que ha generado una división de opiniones entre ciudadanos de esta comuna aun cuando el proyecto contempla solo cambios superficiales en la zona, sin profanar las tumbas, según las autoridades de ese lugar.
El pasado martes, iniciaron los trabajos con recursos por más de 10 millones de pesos como parte de los fondos del Programa de Resarcimiento a las Finanzas Municipales que fueron etiquetados en el Congreso local.
El planteamiento arquitectónico del ayuntamiento, de modernizar el excamposanto, ha sido respaldado por muchas personas, por la posibilidad de salvar un espacio olvidado, que ha sido utilizado por delincuentes como escondite y lugar de descanso.
Pero también hay bloques de ciudadanos que se oponen a la obra al considerar que acaba con la tradición y la posibilidad de adorar y recordar a los difuntos en espacios definidos.
Los inconformes alegaron que el rescate del expanteón destruye el legado de la comunidad, porque arrebatan a los habitantes su historia y a los finados un lugar digno en donde descansar.
Sostuvieron que lo que hace el ayuntamiento, es remodelar un escondite de delincuentes y argumentaron que una vez concluida la remodelación el parque, estará destruido y será punto de reunión de las pandillas.
En este sentido, Joel Tlatelpa Méndez, vecino del barrio de San Cosme, señaló que han comenzado a destruir el expanteón municipal sin haber realizado un consenso o consulta ciudadana.
“Lo consideramos parte del patrimonio cultural e histórico de nuestro municipio, por eso me opongo a ese proyecto por lo que representa el inmueble”, dijo.
Recordó que ahí descansan cinco de sus familiares de cuatro generaciones.”El panteón tiene una carga histórica, es un símbolo social, el no consultar lo que van hacer genera problemas, no fue una decisión democrática”, sostuvo.
Añadió que el ayuntamiento dice que van a hacer los trabajos para evitar la presencia de delincuencia, “pero no se quita destruyéndose un espacio histórico”.
Enfatizó que hay muchos vecinos inconformes, “no buscamos violencia, pero sí que nos escuche el ayuntamiento”, de ahí que señaló que esta semana comenzaron a retirar lápidas y herrería.
- San Isidro Buensuceso fue la primera comunidad de San Pablo del Monte que convirtió su panteón en una cancha de fútbol y cambió su camposanto a otro lugar
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