Antes de ser declarada la emergencia sanitaria, don Juan Romero Hernández se dedicaba a la producción de conejos que también vendía en barbacoa.
Sin embargo, su negocio familiar ya no próspero y tuvo que ser cerrado por los efectos de la Covid-19. Pero no solo eso, cuando nuevamente reabrió puertas, sus ventas disminuyeron hasta en un 60 %.
“Ya nada fue igual, por la contingencia todo bajó”, contó Juan, hombre originario y vecino del municipio de Nanacamilpa.
Dijo que la crisis económica que vivió fue severa, pero no todo acabó ahí, pues buscó una nueva forma de generar ingresos para sobrevivir y mantener a su familia.
Actualmente, trabaja en su propio invernadero ubicado en el mismo municipio, donde se dedica a producir fresas, pero no cualquiera sino unas de buen tamaño y sanas.
De hecho, aseguró que denominó su producto “variedad de fresa diamante” y, al momento, cuenta con mil 400 plantas a las cuales les aplica un tratamiento diferente, bajo la supervisión telefónica de un ingeniero agrónomo de Francia, amigo de su hijo.
Con entusiasmo, no descartó la posibilidad de que este nuevo giro comercial se agrande con el paso del tiempo y haya buenas ganancias.
Resaltó que el invernadero les costó cerca de 160 mil pesos, dinero que busca recuperar en menos de nueve meses.
GENERAN OCHO EMPLEOS
El productor estacó que con este nuevo proyecto ya generaron 10 empleos y la idea es ayudar a aquellas personas que atraviesan por una crisis económica.
Para aquellos que quieran fresas “diamante”, también pueden hacer los pedidos al número 748-105-48-15 o en el invernadero ubicado en calle Aldama No.708.
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