En la Sección Cuarta del municipio de Zacatelco, tal parece que el tiempo se detuvo, aquí nace agua cristalina que las mujeres aprovechan, antes de que se vaya por un riachuelo. Ametoxtla -un área de unos 50 metros cuadrados-, da cuenta de ello, en el subsuelo hay varios nacimientos de agua a menos de medio metro de profundidad.
El paraje es una maravilla en Tlaxcala, quizá sea el único en los 60 municipios. Hasta ese lugar, situado al sur de Zacatelco, acude la población para lavar su ropa.
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Hincadas frente a una piedra de río, las mujeres lavan la ropa de su familia. Chapalean el agua con una mano y con la otra enjuagan las prendas.
Antes, hace unas décadas, ellas buscaban el agua hasta el río, ahora, es muy parecido, siempre que hay desabasto del vital lìquido en la comunidad.
(A los lavaderos) vengo desde niña, me traía mi abuela, cuando sale el Sol es mejor porque la ropa se seca y tiene brillo”, expresa a El Sol de Tlaxcala.
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Dice que aprovechan el tiempo lavando las prendas, mientras sus nietos van a la escuela y no las distraen.
“Cuando las prendas están muy sucias se pone detergente en pasta, en un par de horas en el sol, desaparece la mugre”, explica.
RESERVA QUE SE AGOTA
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El nacimiento de agua en la reserva natural protegida disminuye durante el estiaje, de diciembre a mayo. Y mientras en otras comunidades de Tlaxcala enfrentan escasez, aquí el agua se escapa hacia el río Zahuapan.
Algunos campesinos la represan en el medio natural, para aprovecharla metros adelante.
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Aunque la Comisión Nacional del Agua advirtió sobre el buen uso del recurso natural, “el lugar es de todos y para todos”, expresa doña Paola. Bajo las dos techumbres de los lavaderos Ametoxtla están dos altares donde las mujeres veneran a la Virgen María y Santa Inés.
El sonido del salto de agua adormece a los visitantes. En el primer lavadero, hay 30 piedras en forma de lavadero en uso constante, el segundo es similar.
CONSUMEN AGUA DIRECTA DEL MANANTIAL
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El nacimiento se encuentra sobre la calle Manantiales de la Sección Cuarta, una localidad de Zacatelco situada a 25 kilómetros de la capital tlaxcalteca. Aquí, todavía la población se abastece de este recurso no renovable, incluso, llegan con recipientes.
El vital líquido está entubado hasta la calle adoquinada, unos 500 metros lineales aproximadamente, bajo terrenos agrícolas. En Ametoxtla el refrán se cumple: “agua que no has de beber, déjala correr”.
Entre la zanja el agua es trasladada hasta el Parque Ecológico donde habitan carpas y mojarras; los estanques están abandonados; los ajolotes desaparecieron.
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Justo en ese lugar, se unen las aguas lóticas y ya contaminadas del manantial de los lavaderos, antes de seguir su viaje final en el contaminado afluente llamado Zahuapan. Y entre el rumor del agua que corre noche y día, se pierden las voces femeninas que siguen dando vida al lugar, como desde hace un siglo.
A CUIDARLA
El 23 de marzo fue instituido el Día Mundial del Agua. La Organización de las Naciones Unidas prevé que para el 2050, un 25% de la población mundial vivirá en un país afectado por escasez.
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La agricultura gasta el 76.3 por ciento de agua disponible; el consumo público apenas es del 14%.
Bajo terrenos de labor de Zacatelco, pobladores conducen el agua entubada de un manantial para su consumo.