Miles de hogares de 30 de las 39 comunidades del municipio de Tlaxco enfrentan escasez de agua en sus viviendas. El agua subterránea cuesta mucho extraerla y la de manantial proveniente de las montañas se agotó. Tan solo en El Rosario, dos mil 300 usuarios no tienen agua potable desde hace dos meses a causa del estiaje.
El agua que la población extrae del pozo se agota y los manantiales que suministraban el preciado recurso por gravedad se extinguió, reveló Cornelio Galindo Pérez, líder campesino de El Rosario.
Dijo que con las reservas que tienen solo abastecen a una minoría, “teníamos agua rodada de las montañas, pero a causa de la sequía se agotó y a la población que vive en zonas altas no les llega”. Expuso que cada usuario paga una tarifa anual de 200 pesos, solo que dejaron de aportar porque no hay abasto en las redes de distribución.
Comentó que la escasez del vital líquido afecta a toda la población de El Rosario y Casa Blanca, pero “lo enfrenta la población de 30 de las 39 comunidades que integran Tlaxco pues el agua rodada ya se extinguió”.
Incendios, otro problema que enfrentan
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Mencionó que otro problema que abatió los mantos acuíferos son los incendios que, en los últimos años, deforestaron los bosques. “Todo está seco, cuando aumenta la temperatura se prenden los bosques y hay que subir a apagarlos”, aseveró.
Galindo Pérez, quien lamentó que durante las campañas de proselitismo los candidatos de los diferentes institutos políticos se acerquen para pedir el voto, pero, “contados dan respuesta al problema social que vivimos desde hace años, aquí, a cambio del voto no les pedimos mucho, una patrulla para seguridad y agua porque la población comienza a enfermar”.
Ante ello, pidió a las autoridades de los tres niveles de Gobierno que intervengan a fin de mitigar el problema que enfrentan las familias y dijo que cuando llovía el recurso no renovable subía hasta las viviendas y la población no se quejaba, “pero tiene cinco años que las lluvias son irregulares, otras aprovecharon para captarla, pero ya se les acabó… El tema de sanidad está latente aquí donde vivimos cinco mil habitantes”, expresó.
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Por su parte, Marlen N., ama de casa que vive en calle El Panteón de El Rosario, denunció que “donde vivimos, el agua nos llega cada dos meses, tenemos que comprarla, aunque hay una familia de buen corazón que nos la regala, cuando somos muchos en una casa se requiere de mayor consumo, por eso, los niños y adultos están en riesgo de enfermar”.
Exhibió que en el Centro de Salud y las escuelas públicas del Consejo Nacional de Fomento Educativo y de la Secretaría de Educación Pública el desabasto es continuo. “Ya no sabemos si llevar a nuestros hijos a la escuela porque pueden contraer una enfermedad diarreica… Compramos el agua, cada tinaco de mil 200 litros en 120 pesos, pero se acaba pronto”.
EN LA HERRADURA SUFRE EL GANADO
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En La Herradura, municipio de Tlaxco, donde habitan unas 600 personas, el problema se acentúa pues el ganado equino y vacuno sufre estrés. Si bien disponen de un pozo para uso doméstico, el agua apenas alcanza para la población.
Este lugar es un referente a nivel estatal porque el jagüey está a punto de secarse y no se avizoran lluvias tempraneras. “El ganado está sufriendo por la escasez de agua, la pastura está muy cara y hay poca disponibilidad”, explicó un vecino.
Denunció que a la comunidad le hace falta un acceso digno, mejor seguridad y abasto de este preciado recurso.
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- En El Rosario, dos mil 300 usuarios no tienen agua potable desde hace dos meses a causa del estiaje.