Feligreses se postran a los pies de San Miguel

Tomás BAÑOS

  · viernes 29 de septiembre de 2017

Desde Taxco, Guerrero, llegó a San Miguel del Milagro doña María Jiménez, quien junto con otras paisanas, busca vender algo de sus productos para subsistir, al menos en estos días de fiesta en Nativitas. / Tomás BAÑOS

El día está flojo, no he vendidonada y viene el agua, ojalá y saquemos para comer, expresa doñaMaría Jiménez, oriunda de Taxco, Guerrero Venimosa postrarnos ante el arcángel Miguel y vender artesanías,expresó doña María Jiménez, artesana de habla mixtecoproveniente de Taxco, Guerrero.

La mujer, de unos 60 años, encontró un lugar entre las callespara ofrecer sus productos en San Miguel del Milagro en elmunicipio de Nativitas.

Apenas descendió el autobús que junto con sus compañerasrentó por tres días y, de inmediato comenzó a ofrecer lasartesanías que con sus manos elaboró.

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Son flores y canastos de palma que tejió desde hace 30 días yque ahora vende para subsistir.

Ataviada en típico huipil guerrerense, contó que para viajarhasta Tlaxcala, pagó los gastos de traslado y se quedó sindinero.

“El día está flojo, no he vendido nada y viene el agua,ojalá y saquemos para comer”, expresó a este Diario.

En la víspera de la fecha de la celebración de la apariciónde San Miguel Arcángel (29 de septiembre de 1631), el comercioentrante comenzó a mover la economía regional.

Hasta este lugar empezaron a arribar indígenas de la sierranorte de Puebla, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Hidalgo, México,Morelos y Tlaxcala.

Las mujeres de habla otomí, mixteco, náhuatl, mexicano yzapoteco de inmediato se distinguen por sus atuendos que les cubrenhasta los tobillos de los pies.

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Las que por primera vez visitan el Santuario se presentan anteel Arcángel con una corona de flores de margaritas que compraronal ingresar.

Al mediodía de este jueves, a 24 horas de la celebridad de laaparición milagrosa, la Casa del Peregrino está a su máximacapacidad.

Las calles de la comunidad de unos tres mil habitantes estánocupadas por los comerciantes.

En los alrededores todo es vendimia y al interior del Santuariotambién.

Aquí la gente puede encontrar desde una cazuela de barro parael mole elaborada de La Trinidad Tenexyecac, municipio deIxtacuixtla, hasta canastas de palma que tejen en Santa ApoloniaTeacalco, además, frutas de temporada y alimentos típicos deTlaxcala son ofrecido por más de un millar de vendedoresambulantes, semifijos y fijos.

En este lugar, durante un mes, la población se beneficia conlas visitas de los peregrinos pues rentan sus viviendas comodormitorios.

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La fiesta en San Miguel del Milagro comenzó el domingo pasado yconcluirá hasta la tercera semana de octubre, tiempo en el cual seesperan más de 250 mil visitantes.

La Diócesis de Tlaxcala informó, en su oportunidad, quedurante un mes ingresa al templo un millón de pesos de limosnas,con una derrama económica que supera los cinco millones depesos.

Los visitantes aprovechan para conocer las pinturas rupestres deCacaxtla y la zona arqueológica de Xochitécatl que desde el añopasado ya se comunican a través de un sendero.

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