La feligresía de San Antonio Cuaxomulco celebró el 91 aniversario de la erección del monumento a Cristo Rey en la cima del Cuatlapanga, con la tradicional procesión que comenzó a las 04:20 horas de este jueves 18 de julio.
La lluvia de horas antes del inicio de la caminata provocó que la peregrinación registrará poca asistencia de gente, apenas cinco personas acompañaron al sacerdote Julio Edgar Jiménez Báez desde la salida de la parroquia.
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Aunque en el trayecto se sumaron más parroquianos, hasta alcanzar unas 50 personas que llegaron a la cima del cerro donde se encuentra la capilla de Cristo Rey.
Y es que esta tradición data desde el 17 de julio de 1933, cuando el párroco de Apizaco, Marcial Águila González, realizó la primera procesión para conmemorar la erección del monumento, con la finalidad de consagrar al valle de Tlaxcala desde lo alto del volcán inactivo, a dos mil 899 metros sobre el nivel del mar.
De esta manera, las autoridades religiosas de esa municipalidad mantienen firme esa costumbre, ahora cada 18 de julio con inició aproximado de las 04:00 horas, para llegar a lo alto del emblemático Cuatlapanga poco antes de las 06:00 horas, para que dé comienzo la misa.
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LA PROCESIÓN
El fuerte aguacero que se registró en el territorio tlaxcalteca la noche del miércoles auguró una procesión desolada de peregrinos, y así fue, cuando se dio la llamada sonora de las campanas, a las 03:53 del día jueves 18 de julio, sólo el fiscal, Hermenegildo Neria Badillo, estaba en la aún cerrada reja de la parroquia.
Minutos después, el sacristán dio el acceso al inmueble religioso, donde el párroco ya se alistaba para tomar en sus manos el Santísimo Sacramento y comenzar el recorrido de unos cuatro kilómetros.
Luego, el mayordomo Román Montiel Santiago arribó en compañía de su esposa, cada uno con su respectivo ramo de flores para colocarlo en la capilla de Cristo Rey.
De esta manera, poco antes de las 04:20 horas, el sacerdote Julio Edgar Jiménez Báez comenzó la oración, para encomendar al Creador la caminata hasta la cima del Cuatlapanga.
A paso veloz, como es costumbre, salieron de la parroquia de San Antonio, cuando unas cuantas gotas de lluvia aún caían, además de una niebla ligera.
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La siguiente oración se hizo en la primera de las 14 capillas que hay durante el recorrido hasta Cristo Rey, ubicada a un costado de la santa cruz, en el atrio del templo de Guadalupe.
Ahí, Gorety Emgombia Pérez y Rogelio Neria Carreño, entre otros, ayudaron al sacerdote a cargar al Santísimo, que a decir de la primera, fue una emoción muy grande, porque pocas personas tienen esa oportunidad.
Ya en la falda del Cuatlapanga, exactamente en el malogrado parque temático denominado Cuatlapanga Jurassic, el ascenso al cerro comenzó a las 05:07 horas, ahí ya estaba más nutrido el grupo con unos 30 feligreses.
La oscuridad, lo resbaloso del suelo y la neblina fue un reto para caminar dos kilómetros hasta la cima, donde sólo se presentó un ligero mareo del párroco por efectos del llamado mal de montaña.
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Atrás, siguieron sumándose peregrinos, como el caso de Ana María Huerta Pozos, Ana Lidia Corona Huerta, María de los Ángeles Corona Huerta y Mariana Guadalupe Piedras Pérez.
Al igual que feligreses de la capital de Tlaxcala, como Marcos Texis Gutiérrez nativo de San Buenaventura Atempan, que al final sumaron unas 50 personas en misa, que incluyen los que acamparon desde un día antes, como los jóvenes Rogelio y Juan Diego Neria.
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Fue poco después de las 07:00 horas cuando comenzó el descenso, para finalmente llegar a la capilla de Guadalupe y comenzar el desayuno que ofreció el mayordomo Román Montiel.
DATO
Durante la celebración religiosa, pese a los obstáculos del clima y físicos para llegar a la cima del Cuatlapanga, el párroco clamó por preservar la tradición, pero incrementar el número de peregrinos.
