La llamada “capilla en ruinas” de la Sección Séptima de Contla de Juan Cuamatzi, que solo conserva un tramo de pared, se desmorona lentamente.
Con más de 150 años de antigüedad, el vestigio religioso, uno de los primeros recintos católicos en el estado, conserva nada más una parte muro de adobe.
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Y es que apenas el miércoles pasado por la madrugada se registró un derrumbe que dejó escombro sobre la calle Emiliano Zapata.
Pese a que mayordomías han solicitado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la demolición total de la vieja edificación, no fue autorizado.
Ahí, en el inmueble espiritual, se venera a la Santa Cruz, única imagen religiosa que conserva el lugar.
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Actualmente, la población católica de la Sección Séptima y Segunda, principalmente, levantan una nueva construcción para la capilla, detrás de lo que queda del vetusto inmueble.
Según vecinos de alrededor de la capilla en ruinas, la humedad, producto de las lluvias, fue la causa del derrumbe.
Nuevamente, la población alzó la voz para solicitar la intervención del INAH para desmantelar la construcción, incluso ocupar parte de la piedra en la nueva edificación.
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Tarde o temprano iba a suceder un derrumbe, por fortuna fue en una hora donde no pasaba gente ni vehículos… pero sigue con riesgo de caer en su totalidad y causar algún accidente, indicó un poblador que habita frente a la capilla.
CAMPANA DATA DE 1888
Además de la cruz localizada en el altar de la nueva edificación, la capilla conserva una campana, que según un grabado en uno de sus costados, data de 1888, así como algunos candelabros, que están en resguardo de la mayordomía.
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Si bien no hay fecha exacta de su edificación, para otros pobladores, la capilla de la Santa Cruz pudo ser uno de los centros religiosos durante la conquista de México, aunque son narraciones heredadas de generación en generación.
Todavía en los años 70 la ermita estaba de pie y se celebraba a la Santa Cruz con fiesta patronal, donde la calle Cuauhtémoc de la Sección Segunda era el escenario para una parte de los festejos.
Así, toda una historia está a punto de derrumbarse, para abrir un nuevo capítulo con la nueva infraestructura religiosa, que apenas el pasado 25 de junio recibió el colado de concreto.
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Elementos de Seguridad de Contla de Juan Cuamatzi acordonaron la zona de derrumbe, hasta que INAH intervenga en lo que queda de la capilla.