El temporal no es el mismo de hace 20 años, cada vez las lluvias se retrasan más, lo cual retarda el ciclo agrícola, admitió Artemio Zamora Meléndez, un campesino de Tlaltelulco, quien dejó el oficio de mecánico por dedicarse a labrar sus parcelas.
Entrevistado mientras abonaba sus tierras con agua de lluvia, mezclada con abono de ganado vacuno, dijo que ha observado un cambio radical en el clima, pues cuando tenía 10 años su abuelo sembraba del 10 al 15 de marzo y ahora los labriegos prefieren depositar la semilla a finales de abril y principios de mayo, pues esperan las lluvias.
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Parte del cambio climático, dijo, se debe a que la población ha depredado la vegetación y prefiere construir viviendas, lo cual causa un desequilibrio ecológico marcado y redunda en fenómenos atípicos.
Lo que también hace falta es retomar la plantación de magueyes, pues son muy buenos para la captación de contaminación y generan bastante oxígeno, pero ya no hay como antes había, por esto del crecimiento poblacional, mencionó.
Otras prácticas que anteriormente los campesinos hacían, son la construcción de zanjas en las cabeceras de terrenos para guardar la humedad y prevenir el escurrimiento de agua pluvial.
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En su caso, puntualizó que aprovecha el agua de la lluvia, apartándola en toneles y después la ocupa para mezclarla con estiércol que dispersa entre sus terrenos, pues ha observado buenos resultados.
Comentó que la mezcla tiene nutrientes naturales que requieren las plantaciones de maíz y cada año recoge mazorcas de importante tamaño, cuyo maíz lo procesa en nixcómil y su esposa lo convierte en tortillas.
Recordó que prefirió dejar a un lado la mecánica para dedicarse de lleno a labrar sus tierras, pues siente menos presión, en comparación con los clientes que piden reparaciones inmediatas de sus automóviles.
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A pesar de ello, admitió que el campo es muy poco redituable, pues le invierte más de lo que se le gana, “pero es una práctica muy bonita, que si se le agarra con amor la tierra provee de alimento todo el año”.
Cuando Artemio Zamora tenía 10 años su abuelo sembraba del 10 al 15 de marzo, ahora los labriegos prefieren depositar la semilla a finales de abril y principios de mayo.