Las lluvias registradas en zonas boscosas conservan los macizos forestales en Tlaxcala, toda vez que los incendios van a la baja, aunque el ejido de San Agustín Tlaxco ha sido el más afectado en lo que va de la temporada con 144 hectáreas en tres eventos, informó Pedro Aquino Alvarado, titular de la Secretaría de Medio Ambiente (SMA).
En el caso de los bosques de Calpulalpan y Nanacamilpa dijo que presentan humedad y eso evita la quema de combustible como hojarasca, pastizales y matorrales por lo que estimó que cuando faltan unos días para que inicie el temporal de lluvias, los daños al bosque han sido menores que en el 2023.
Citó que hasta el seis de mayo había más daños en los bosques de Atltzayanca, Tequexquitla, Terrenate, Tlaxco y Calpulalpan que en el Parque Nacional Malinche (PNM), por lo que consideró que que tienen un registro de 146 incendios de los cuales 100 fueron abatidos en el PNM. “El tiempo de reacción de los combatientes en el PNM ha sido eficaz, por eso, aunque hay más evento en la montaña, tenemos menos afectaciones comprado con otros años”, justificó.
Dijo que solo 275 hectáreas han sido alcanzadas por el fuego, mientras que fuera de la montaña donde la reacción de los combatientes es más lenta, por falta de personal, suman mil 369 hectáreas afectadas en forma parcial y total.
Reconoció que para esta tarea de protección a las reservas naturales el trabajo de las brigadas de la Comisión Nacional Forestal y de la SMA, pero principalmente de los ejidatarios que sin equipo, salen a conservar sus bosques, arriesgando sus vidas.
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A la fecha tenemos 146 conflagraciones menos que el año pasado (152), temporal crítico pues junio fue el más caluroso de la más reciente historia, esperamos que varíen poco las estadísticas, pues las lluvias están ayudando a nuestras reservas naturales y los sembradíos de maíz en zonas altas
Aquino mencionó que las quemas intencionales por vandalismo son una de las principales causas de un incendio, aunque también aparecen las quemas agrícolas que los hombres del campo realizan en forma tradicional para limpiar los terrenos y la tala, y fogatas que los visitantes realizan al visitar la montaña desde la parte baja de la línea perimetral, hasta el albergue del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Hasta el primera semana de mayo, los incendios habían dañado 42.31 hectáreas de árbol adulto y renuevo en 2024, mientras que en 2023 se tenía un registro de sólo 12.75 hectáreas al árboles de más de 30 años de vida y renuevos.