Una bala a traición acabó con el heroísmo revolucionario del coronel Pioquinto Vicente Tlilayatzi Tetlalmatzi, pero a 110 años de su muerte poco se conoce del originario de Santa María Tlacatecpa, municipio de Contla de Juan Cuamatzi.
En los libros de historia no aparece su nombre, las nuevas generaciones desconocen que a un costado de la entrada principal, al pie de una de las torres de la parroquia de San Bernardino de Siena se encuentran los restos del caudillo tlaxcalteca.
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Tampoco saben que fue el sucesor revolucionario antirreeleccionista de Juan Cuamatzi tras su muerte.
Hoy, 28 de octubre de 2024, se celebra el aniversario luctuoso de quien colaboró en la derrota del gobierno porfirista, que después detonó en las elecciones democráticas en el país para elegir al representante supremo de los mexicanos.
PIOQUINTO ARTESANO
Pioquinto Tlilayatzi, quien nació un cinco de mayo de 1878, fue hijo de José Ma. Tlilayatzin y de Micaela Tetlalmatzin, ambos artesanos textiles de lana, quienes heredaron a sus descendientes esa riqueza cultural.
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De esta manera, junto a su gemela Crecenciana Vicenta, Pioquinto apoyó a sus padres desde muy pequeño en el taller familiar, hasta que se sumó a las filas revolucionarias al mando de Juan Cuamatzi.
Con apenas 32 años, el joven Pioquinto Vicente formó parte del primer brote del movimiento antirreeleccionista, junto con Pedro M. Morales, los hermanos Hernández Márquez, de Tlaxco; hermanos Romano, hermanos Xelhuantzi, Máximo Rojas, de Papalotla; Antonio Hidalgo, Carlos Fernández de Lara, de Acuitlapilco; Marcos Hernández Xolocotzin, de Amaxac y Ángel Zárate Hernández.
En ese entonces, por título expedido por Francisco I. Madero, fue nombrado jefe de armas y miembro de los hijos libres de Chiautempan, partido antirreeleccionista.
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UNA TESIS HISTÓRICA
Claudia Armas Nieves, bisnieta de Pioquinto Tlilayatzi, egresada de la carrera de Historia por la Universidad Autónoma de Tlaxcala, no dudó en hacer su tesis en la historia de su bisabuelo, con la finalidad de rescatar información del heroísmo de su familiar.
Empero, ya no pudo completar lo que sería el primer libro histórico sobre Pioquinto Tlilayatzi, pues murió por complicaciones de salud en el año de 2004.
Actualmente, ese valioso documento está en poder de su madre y hermanos, quienes buscan seguir con el proyecto que dejó casi concluido Claudia Armas.
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Ahí, en el proyecto de tesis quedó asentado que, después de que fue asesinado el general Juan Cuamatzi López, el grupo revolucionario se quedó sin caudillo, pero días después el coronel Pioquinto Tlilayatzi asumió el liderazgo.
Asimismo, indica que el primero de julio de 1911 la junta revolucionaria “Pro Patria” lo nombró comandante del ejército denominado “Libertador Fieles a Cuamatzi", cuyo nombramiento se dio en la ciudad de Puebla de Zaragoza.
EL CAÑÓN “NIÑO”
Por su amplia visión estratégica, a Pioquinto Tlilayatzi se le ocurre fabricar un arma que ayudara a hacer frente a los soldados del gobierno, así nace la idea de fundir un cañón que fue nombrado “Niño”.
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Fue un siete de agosto de 1913, cuando el coronel Pioquinto Tlilayatzi, junto con Pilar Netzahuatl, mandan a fundir el cañón de aproximadamente dos metros de largo, elaborado por Antonio Dorante, de Santa Ana Chiautempan, y Julián García, de Ocotoxco.
El material que utilizaron fueron las campanas de los ranchos de Guadalupe, San Diego Axoxohuilco, La Trinidad, Santa Elena y dos tubos metálicos de la fábrica de San Manuel.
Según el cronista de Contla de Juan Cuamatzi, Cuahutlatohuac H. Xochitiotzin Ortega, indicó que el coronel fue un excelente estratega de guerra, quien reforzando el antiguo ejército con una magnífica pieza funcional de artillería, que a la postre ocasionó la inclinación de la balanza en favor de la causa antirreeleccionista.
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Cabe destacar que para la fabricación de la pieza de estas características, los conocimientos en armamento y fundición de metales debieron sorprender al bando contrario, quienes consideraban que los alzados sólo aspiraban a moverse con calibres conocidos, dijo el narrador del tiempo.
Y por medio de testimonios se conoce que fue en Cuauhzincola (Cuauhtenco en la actualidad), en donde se construyó el recinto expresamente para la fundición de dicho material de artillería, el lugar exacto aún sigue en investigación, puntualizó Xochitiotzin Ortega.
Fue en ese lugar donde se probó el arma, primero de forma fallida, pero después exitosa, en la defensa del pueblo que hoy es San Felipe, indicó Marcos Flores Rosales, promotor cultural y vecino de esa población.
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Aunque no se conoce el destino de ese cañón, se dice que está en San Juan de Ulúa, en el estado de Veracruz.
HERIDA A TRAICIÓN
Narra la historia verbal que, al cabalgar de regreso a tierras tlaxcaltecas, por rumbo de Calpulalpan, fue herido en una pierna por un integrante de su propio grupo de revolucionarios.
Aunque en realidad no se sabe si fue a traición o se le “escapó” un tiro al sujeto que cabalgaba detrás de él, pero le provocó la muerte a Pioquinto por hemorragia, un 28 de octubre de 1914.
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Sus restos mortuorios fueron trasladados desde Calpulalpan para ser velados en su casa ubicada en lo que hoy es la Sección Segunda, donde habitó con su esposa Juliana Xelhuatzi, actualmente una tienda de conveniencia.
El coronel tuvo tres hijas, aunque Luisa y Vicenta murieron de niñas, mientras que la única sobreviviente, María Antonia Juliana, sí tuvo descendientes.
CONSANGUÍNEOS SIGUEN TRADICIÓN ARTESANAL
Entre los consanguíneos de Pioquinto Tlilayatzi que viven en la actualidad está su nieta Paula Roberta Nieves Tlilayatzi, vecina de la Sección Séptima de Contla de Juan Cuamatzi que, a sus 78 años de edad, sólo recuerdos verbales tiene de su abuelo.
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Las narraciones de la historia de su familiar han pasado de generación en generación para que su legado permanezca no sólo en el núcleo cercano, sino se reconozca en todo Tlaxcala y México, por ser parte fundamental de la historia del país.
Hoy en día, una escuela primaria ubicada en Santa María Tlacatecpa lleva el nombre del coronel, además existen dos bustos en su honor, el más antiguo en el centro de Contla y uno más reciente en el parque de la Sección Sexta, también conocida como Cuba.
Uno de los bisnietos de Pioquinto Tlilayatzi es Marino Armas Nieves, reconocido maestro artesano del municipio de Contla de Juan Cuamatzi.
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- Este lunes 28 de octubre, el gobierno municipal de Contla llevará a cabo una ceremonia para celebrar el 110 aniversario luctuoso de Pioquinto Tlilayatzi, en el parque de Santa María Tlacatecpa.