Artesanos textileros del municipio de Contla de Juan Cuamatzi viven una grave crisis económica que ha provocado la pandemia del coronavirus, aunada a la creciente introducción de mercancía china.
Además, productos como el sarape cada vez se industrializa más y quita el valor agregado a la mercancía hecha en telares de madera, tradición que nació desde la conquista española.
Te puede interesar: ➡️ Tiene Parque Temático de Tizatlán 19 meses cerrado
Para Gregorio Cortés Cahuantzi, artesano de 87 años de edad, la introducción de artículos textiles asiáticos es preocupante, pero afirmó que no se “raja”, pese a las adversidades.
Desde los 10 años de edad comencé a trabajar la artesanía, me tocó el auge del textil en Tlaxcala que salía al mercado nacional y extranjero, ahora nos tenemos que conformar con ofrecerlo en nuestro pueblo o exposiciones, aun así, sigo en pie de lucha día con día,comentó el artesano originario de la Sección Séptima de Contla.
Entérate: ➡️ Inicia tianguis de Día de Muertos en Apizaco
Asimismo, Cortés Cahuantzi dijo que pese a no contar con apoyos oficiales antes y durante la actual pandemia, heredar a sus descendientes la tradición textil artesanal es de vital importancia para que no se extinga.
Por ello, su nieta Areli Barrientos Cortés, de 20 años de edad, que combina sus estudios con el trabajo de su abuelo, informó que la mercancía que llega de otros países sí perjudica a los artesanos, debido a que es más barata, pero de mala calidad.
Continúa leyendo: ➡️ Este año sí podrán salir a pedir calaverita, en Chiautempan
También detalló que la gente se fija más en el precio que en la calidad y no le da ese valor agregado a los productos artesanales.
Nosotros manejamos el telar de madera, es una tradición muy bonita y un legado muy importante, pero como nueva generación, me toca aportar e innovar, concluyó Areli Barrientos.
Lee también: ➡️ Abuelita de Ixtenco se caracteriza de la Catrina para ganar concurso de disfraces
REVENDEDORES PAGAN POCO
Néstor Hernández Tlilayatzi, oriundo de la Sección Sexta de Contla, tiene 58 años de artesano y a lo largo de ese tiempo incursionó en todos los productos textiles y ahora solo produce ceñidores de cintura, que es más rentable para él.
Un tiempo comercialicé mis productos en Oaxaca, entre ellos el tradicional sarape ciento por ciento de Contla de Juan Cuamatzi, pero llegaban las camionetas con mercancía china y las dejaban a crédito, nosotros teníamos que maletear –viajar- y no salía para vivir, comentó.
No te pierdas: ➡️ En Tlaxcala, buscan reactivar la acuacultura
Incluso, puntualizó que los revendedores en Tlaxcala siguen con esa costumbre: nosotros entregábamos en Santa Ana, llegábamos con la mercancía y nos decían que a la semana nos pagaban, pero uno necesita el dinero para seguir trabajando y no nos pagaban lo que en realidad hacíamos… ellos pagan poco y venden caro.
No dejes de leer: ➡️ Sin ley, una comunidad en Tepetitla
INNOVAN PARA NO MORIR
Producir artesanalmente sarapes no es rentable para Jazmín Pérez Tecuantzi, por ello tiene que innovar con saltillos, chamaras, manteles, bolsas de saltillo e incluso, el diseño que elija el cliente.
Como artesanos, la mercancía asiática nos pega, porque ya no se consume lo mismo que antes, ahora buscan los más barato y lo artesanal lo dejan a un lado.
Más información: ➡️ Tienen 8 municipios mayor riesgo en temporada invernal
Finalmente, Edgarda Hernández Flores coincidió que los textiles chinos son feos y de mala calidad, mientras que la artesanía de nosotros, dijo: lo hacemos con nuestras propias manos, producto ciento por ciento mexicano y no es revendido, sino a precio directo del artesano.
- Un artesano invierte 150 pesos en un sarape y tarda hasta seis horas en realizarlo en telar de madera, para después venderlo en 200 pesos. El revendedor lo comercializa en 400 pesos o más.
Te puede interesar: ➡️ Reaparecen los danzantes en Yauhquemehcan
Continúa leyendo: