Debido a la falta de predios municipales, el Museo del pan en Huactzinco quedó como una promesa incumplida por parte del alcalde Josué Guzmán Zamora.
En un acto de autocrítica, el propio alcalde aceptó el fracaso de este ambicioso proyecto, que buscaba enaltecer la tradición panadera del municipio sureño y atraer turismo cultural.
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En entrevista, aseveró que el Museo del pan fue uno de los compromisos más destacados de su campaña y a días de concluirla quedará como una acción no concretada en el Plan de Desarrollo Municipal.
Precisó que el espacio municipal pretendía convertirse en un punto de encuentro para los amantes del pan y un homenaje a la rica historia gastronómica de Huactzinco, pero la realidad se impuso, ante la carencia de terrenos disponibles bajo propiedad municipal impidió que concretara la iniciativa.
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Además de este fracaso, Guzmán Zamora reveló que otro proyecto igualmente significativo quedó pendiente. Se trata de la suscripción al récord Guinness del pan de feria más grande del mundo, un proceso que no pudo llevarse a cabo debido a su elevado costo, estimado en un millón 500 mil pesos.
Reconozco que no pude cumplir con todas mis promesas, pero fueron factores no calculados, como la falta de predios municipales que se convirtió en un obstáculo insuperable para el Museo del pan y el elevado costo del récord Guinness que hizo imposible su inscripción al libro de los récords, declaró.
A pesar de las dificultades, Guzmán Zamora espera que la siguiente administración o futuros gobernantes retomen los proyectos planteados y hagan realidad las intenciones que convencieron a los habitantes de hacer posible aquellas acciones.
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ORIGEN DEL PAN ARTESANAL DE HUACTZINCO
De acuerdo con la página oficial del municipio de Huactzinco, en la época colonial y hasta las primeras décadas del año mil 900 la elaboración del pan fue muy rudimentaria, pues se hacía en espacios integrados en las propias viviendas y se elaboraba con pulque que fermentaba para duplicar su tamaño.
El incremento de la demanda del pan y el cambio de cultivos, el desarrollo industrial y comercial que experimentó la región implicó que disminuyera paulatina la producción del pulque, lo que provocó que los panaderos tuvieran dificultades para conseguirlo, por lo que comenzaron a añadir manteca de cerdo a la mezcla con lo que observaron mejoraba la calidad del producto, lo que transformó la preparación del pan como lo conocemos en la actualidad.
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EL PAN DE FIESTA Y SUS DIFERENTES NOMBRES
El pan de fiesta es conocido con diferentes nombres como “eslabón o escalera” que es de forma alargada y mide 40 centímetros de largo por 12 centímetros de ancho, con un peso aproximado de 250 gramos qué por lo general tiene seis divisiones lo que permite cortarlo en pequeños trozos, hoy en día existen de diferentes tamaños desde pequeños hasta grandes.
“Moreliana o redondo”, el cual le dan tres o cuatro cortes en la superficie para formar un triángulo o un cuadrado, que mide 25 centímetros y tiene un peso aproximado de 250 gramos, qué actualmente lo podemos encontrar de diferentes tamaños.
La “pechuga o sope” que es de forma ovalada, mide 30 centímetros de largo por 15 de ancho y es adornado con ajonjolí y “trenzas” que pesan aproximadamente 200 gramos, que actualmente solo se hacen sobre pedido.