Con el aumento de decesos por la Covid-19 en Tlaxcala, el nicho (cavidad ubicada en muro o pared), es la morada final de las personas en el panteón.

En San Mateo Ayecac, municipio de Tepetitla, la familia Meza Pérez fue de las primeras en solicitar el servicio del nuevo panteón. Yaqueline Meza, de 45 años, falleció el día 28 de octubre y, ahí, fue despedida por su padre, hijos y hermanos, luego de padecer varias enfermedades.

Como el panteón de la localidad resultó insuficiente al comenzar la pandemia, las autoridades adquirieron un predio hacia el sur de la comunidad. Ya que los mantos acuíferos se encuentran a 1.5 metros de profundidad, la Coeprist no autorizó el terreno para inhumación.

Esta misma decisión fue para la comunidad de Tepetitla de Lardizábal, porque pretendían utilizar una reserva forestal como camposanto.

Tras la instrucción de la Secretaría de Salud, pobladores de San Mateo, exigieron a David Contreras, presidente de comunidad, que diera respuesta a la problemática. Fue entonces, que, con la cooperación de los jefes de familia, adquirieron otro predio ubicado en la zona hortalizacera, al norte del pueblo.

Inicialmente, cada solicitante del servicio funerario debía pagar siete mil pesos para sepultar a su familiar, sin embargo, la manifestación de la población obligó a que las autoridades establecieran un costo de dos mil pesos por ingreso de cada féretro a las gavetas de concreto del panteón.

De diciembre a enero, cuando incrementaron los decesos por coronavirus a causa de reuniones masivas en el tianguis de San Martín Texmelucan, se registraron unos 15 fallecimientos. En la nueva normalidad, las autoridades tienen que invertir para construir nichos superficiales y dar el servicio a la población que lo demanda. San Mateo Ayecac es una comunidad que hasta para la muerte tuvo que innovar.

2

mil pesos es el costo actual por ingreso de cada féretro a las cavetas de concreto del panteón

15

fallecimientos por Covid-19 se registraron en la comunidad, de diciembre a enero

COOPERACIÓN

Con la cooperación de los jefes de familia, las autoridades adquirieron otro predio ubicado en la zona hortalizacera, al norte del pueblo, donde se ubica el nuevo panteón.

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