El papel de los tlaxcaltecas en la construcción del México actual no ha sido lo suficientemente valorado, pues su obra y acción ha destacado entre ciudades españolas y mexicanas, aseveró Carlos Jesús Gómez Flores, presidente de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas.
En la ceremonia de hermanamiento de Puebla, Iztapalapa y Tlaxcala, refirió que es el momento de vincular la labor de los tlaxcaltecas para no dar procedencia a quienes los tachan de traidores, pues lamentó que persisten personas que albergan este falso adjetivo.
Destacó que desde las primeras décadas del siglo XVI fueron atestiguados momentos decisivos en el territorio que fue la República de Tlaxcala, donde los representantes de los cuatro señoríos Tepeticpac, Quiahuixtlan, Ocotelulco y Tizatlán, confrontaron a los europeos provenientes de un momento y tecnología distinta en materia de combate y cultura.
Precisó que en 1935, Tlaxcala fue la primera ciudad que tuvo el primer escudo de armas por órdenes del rey Felipe II de España, junto a un título muy apropiado que fue la noble y muy leal ciudad de Tlaxcala.
Agregó que en su territorio se estableció el primer obispado, así como el primer núcleo poblacional que aprendió los saberes españoles y los sumó a los suyos para compartirlos.
“Recordemos la Diáspora de 1591, donde 400 familias tlaxcaltecas fueron al septentrión de Nueva España para ir colonizando ciudades, como son Saltillo, en Coahuila; el pueblo mágico de Bustamante, en Nuevo León; y más de 30 nuevas Tlaxcala”, dijo.
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