En la pintoresca ciudad de Huamantla, existen muchos relatos, entre ellos, sobresale la leyenda de la fuente que se encuentra, en la calle antiguamente conocida como Quiroz, hoy llamada Guerrero Sur. El monumento que se caracteriza por sus tres arcos se le conoce como Fuente de la Llorona o Fuente Nueva.
Esta esquina es uno de los lugares más tradicionales de la localidad, pues ahí se encuentra una de las primeras conchitas que abastecía del vital líquido a los habitantes del lugar y que integraban el sistema hidráulico conocido como agua rodada.
A un costado de esta famosa fuente, todavía se puede apreciar la antigua tubería que la conectaba con dicho sistema de abastecimiento.
La leyenda cuenta que en 1880 llegó a Huamantla un prestigiado abogado acompañado de su esposa y tres hijos. Justo en contra esquina de la fuente, construyó una casa de dos plantas que, al ser de las pocas construcciones con estas características, la gente no dudó en llamarla Los Altos de Merino. La construcción en la actualidad, es una notaría.
La narración dice que, por las noches, una bella mujer se aparecía en la fuente y se acercaba únicamente a los hombres, quienes al obedecer su llamado desaparecían misteriosamente
Es así como uno de los hijos del señor Merino quedó profundamente enamorado por su belleza al observarla cada noche junto a la fuente y a pesar de las advertencias, el joven decidió acercarse a la mujer para declararse su amor.
Su padre, ante la situación, tomó la decisión de recluirlo en su casa, pero el deseo de su hijo era tal, que una noche logró escapar para acercarse de nuevo, pero después de esa noche, no se volvió a saber nada del hijo del prestigiado abogado.
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