EN CHIAUTEMPAN
Fue oficiada la tercera homilía después de más de 10años, en la unidad habitacional Texcacoac, donde fueron reubicadosciudadanos de Cartolandía
Vamos a esforzarnos para llegar un día a gozar de la felicidad,pidió a la feligresía el vicario parroquial, Ramón Mora, estodurante la tercera misa eucarística celebrada después de casi unadécada en la unidad habitacional Texcacoac de Chiautempan.
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Y es que por primera vez en mucho tiempo, decenas de familiasque vivían cerca de Barranca Briones, mejor conocido comoCartolandía, y que fueron reubicadas en la unidad habitacional,participaron en la tercera homilía que el párroco de NuestraSeñora de Santa Ana, Pablo Cuatecontzi Flores, oficia lavecindad.
Ahí, el sacerdote Ramón Mora instó a los habitantes adisfrutar plenamente de la vida sin rencor, pues nadie es más queDios para perdonar, por eso, “vamos a perdonar y vamos aamar”.
Con un altar improvisado en una de las principales calles, y conuna renuente participación de los habitantes, explicó que todosvamos a morir, y que será en el cielo el lugar donde vamos a gozary a tener una buena vida al lado de Cristo.
Ayer se llevó a cabo la tercera homilía, pues la primera vezque los colonos del habitacional Texcacoac fueron partícipes deuna, gracias a las gestiones de la catequista Maricarmen RodríguezGuzmán, fue en el pasado mes de julio y a principios de octubrefue la segunda.
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Al respecto, Rodríguez Guzmán comentó que su intención esacercar a los pobladores de Texcacoac la eucaristía, de ahí querefirió que después de casi 10 años de gestionar una misareligiosa, sus peticiones fueron escuchadas por el párroco deNuestra Señora de Santa Ana.
“Después de plantearle la situación que se vive aquí, elpárroco aceptó oficiar una misa, y aunque es un poco difícillograr la asistencia de los vecinos, poco a poco vamos a lograr quese sumen pues a partir e hoy las misas serán cada primer domingode mes”, detalló.