Un paisaje en vías de extinción son las jacarandas de la Ribereña de la capital del estado, pues una plaga ha atacado a prácticamente todos los arboles situados a un costado del río Zahuapan.
Fue mediante una denuncia ciudadana hecha a este Diario, que los pobladores de la zona externaron su preocupación por que el muérdago ha invadido diversos ejemplares y en algunos casos, hasta se han secado.
Al respecto, Eduardo N., vecino del municipio de Tlaxcala, mencionó que la problemática persiste en la Ribereña, así como en la calle del vecino, en la capital.
Dijo que es lamentable que estos árboles padezcan este problema, pues podría perderse una de las mejores postales del municipio capitalino.
“En las jacarandas, cada año durante la floración, miles de personas toman innumerables fotografías, sería una lástima que esto se perdiera, pues muchos árboles están invadidos y en algunos casos muertos”, agregó.
PROBLEMA AÑEJO
El titular de la Dirección de Ecología del municipio de Tlaxcala, Jaime Montiel Hernández, refirió que la plaga de muérdago es un problema de muchos años en las jacarandas.
Explicó que en la temporada de lluvia, la plaga se desencadena más porque la humedad favorece a la producción del muérdago.
Lamentó que los árboles que tienen una mayor contaminación de plaga no tienen otra salvación que tirar la jacaranda, pues ya no tienen salvación, ya que al descoparlas o podarlas se comienzan a secar.
Montiel Hernández aseveró que esto ocurre por la edad de la especie, que ya no puede crecer, de ahí que el derribo es la única opción.
“Los árboles se han mantenido porque el área de Servicios Públicos les da mantenimiento y les aplican cal, que es una manera de prevención, pero en realidad no hay mucho que hacer”., puntualizó.
El funcionario dijo que para combatir esta plaga no cuentan con algún tratamiento que rescate las jaracandas.
Precisó que hasta el momento no han derriba ningún ejemplar, solo mantienen las medidas preventivas en ciertas épocas del año, pues en temporada de lluvia no pueden encalar los árboles porque el agua retiraría el producto.
Finalmente, explicó que los árboles secos o que presentan una gran cantidad de muérdago no representan peligro para la población, pues al tener raíces profundas, de hasta cinco metros, no pueden caer por sí solo.
- En la zona de la Ribereña hay unos 56 árboles de jacaranda que han sido afectados gravemente por el muérdago, pero prácticamente todos los ejemplares presentan algún nivel de la plaga
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