El proyecto estatal de conservación de la zona ecológica del municipio de Contla de Juan Cuamatzi, mejor conocida como “los lavaderos”, podría quedar archivada ante la oposición de al menos 25 personas.
Y es que la obra de rehabilitación contempla la construcción de una caseta de vigilancia con pluma de control de acceso, sanitarios, un gavión en forma de olla, canal de agua pluvial, así como mejorar la filtración del jabón que utilizan para lavar la ropa, entre otras acciones.
Empero, algunos pobladores, principalmente mujeres, no están de acuerdo con los trabajos que iniciaron con el derribo de un viejo jacalón fisurado por el paso del tiempo y que ponía en riesgo a las usuarias de los lavaderos.
“No venimos a negociar, no vamos a permitir nada”, “todo lo que hagan lo vamos a destruir”, “los manantiales nadie nos los quita”, fueron algunas advertencias que lanzaron las mujeres que se reunieron este sábado con el alcalde de Contla, Miguel Muñoz Reyes, y funcionarios estatales y de la Comisión Estatal del Agua.
Ahí, en la zona ecológica, punto acordado para el diálogo, el munícipe exhortó a los pobladores, en su mayoría mujeres, a ser respetuosos y escuchar para luego acordar, pero solo duró la calma escasos tres minutos, cuando una joven llamó tonta a la directora de zonas de conservación de Tlaxcala.
Incluso, los ánimos se calentaron entre las mismas pobladoras, quienes se recriminaron sus palabras unas contra otras, hasta un manotazo se observó.
Ante la situación, el alcalde optó por retirarse del lugar y dijo: “Debe de haber sensatez, prudencia y respeto, por nuestra parte hicimos lo correcto”, y confió en que las personas inconformes cambiarán su postura en beneficio de la población en general.
Además, hubo personas que acusaron que una persona de nombre Luisa “anduvo alborotando días atrás a las demás mujeres”, misma que presuntamente es madre de una trabajadora del ayuntamiento.
Además, otro de los inconformes es Cristóbal N., exempleado municipal que levantó un laudo laboral y que ocasionó el embargo del Mercado de Artesanías, que fue liberado tras el pago del veredicto.
De esta manera, la obra de rehabilitación, que cuenta con el aval de autoridades federales, estatales y municipales, podría demorarse hasta la aceptación de los pobladores inconformes.
Después de retirarse el alcalde, las pobladoras retuvieron al director de Ecología municipal y al presidente de comunidad interino de la Sección Segunda y los obligaron a firmar un acuerdo para construir un nuevo jacalón en el mismo lugar donde fue derribado el anterior.
TE RECOMENDAMOS